Sakura.
Esta noche solo hay una cosa que ocupa mi mente y esa es: la sopresa que mi esposo me tiene preparada. Desde hace unos días hasta acá, Sasuke, mi esposo, me ha dicho que tiene preparada una sorpresa para mí, pero por más que he intentado sacarle qué es, él no me dice nada. Soy una mujer impaciente que le da un disparo de ansiedad cuando alguien me dice que tiene una sopresa para mí, por eso he intentado hacerle hablar de todas las maneras; con audaces preguntas sugerentes al tema, pidiéndole directamente que me lo diga, e incluso sobornandolo con sexo; pero él simplemente no suelta nada, siempre se queda callado y en cuanto a mis sobornos con sexo, bueno, me da tremenda follada que luego no me quedan ni ganas de hablar.
Pude sobrevivir con mi ansiedad desde hace ocho días hasta esta noche en la que me ha pedido que me arregle para llevarme hasta mi sorpresa. Ahora ya estoy arreglada y lista para ir a por mi tan esperada sorpresa, me he puesto un sugerente vestido rojo que apenas me tapa las nalgas y unos tacones de plataforma que hacen ver mis delgadas piernas más estilizadas y sexys. Sé lo mucho que a mi esposo lo pone cuando me visto así, siempre que lo hago no para de decirme en cualquier lugar las ganas que le dan de ponerme en cuatro y follarme hasta que grite su nombre, o de subirme a la mesa más cercana para chuparme el coño hasta venirme en su cara. Lo siento Sasuke, pero si yo sufrí estos días, lo más justo es que tú sufras un poco esta noche, así que ignoro su expresión que me dice "zorra tramposa" y paso por su lado para buscar mi bolso.
— Ya estoy lista. —Le digo con una sonrisa inocente.
Él se me acerca y me rodea la cintura con un brazo, luego deja un beso sobre uno de mis hombros desnudos.
— Te ves hermosa. —Susurra cerca de mi oreja.
He querido ponerme a jugar a la zorra calientapollas esta noche con él, pero siempre que me habla con esa sensualidad al oído, mi coño no puede resistirse de mojarse y casi suplicar por ser atendido. Además, él se ve tan increíblemente sexy con ese traje de color negro que todo lo que mi mente hace es decirme: quítaselo y móntalo.
Por suerte, Sasuke pone a raya mis pensamientos cuando me toma de la mano y me lleva con él fuera de la casa. Una vez que abordamos el auto vuelvo a intentar hacer que me diga a dónde vamos o qué esa esa sorpresa, pero él solo me sonríe y no dice nada. En cualquier otro momento me habría puesto a imaginar que me iba a llevar a algún lugar donde me pediría matrimonio, pero ya estamos casados hace tres años, así que las posibilidades son nulas, solo me queda pelearme con mi ansiedad mientras recorremos las calles de la cuidad.
Minutos después llegamos a un lujoso hotel siete estrellas que me da una pisa de lo que se puede venir.
1.) Mi esposo quiere regalarme una cena romántica en este lindo lugar.
2.) Quiere follarme en este lindo lugar.
Y 3.) Quiere regalarme una cena romántica y luego follarme en este lindo lugar.
Cualquiera de las tres que sea, me gustará, siempre me encanta cuando Sasuke sale de la rutina y se escapa conmigo a los lugares más exclusivos y costosos de la cuidad para pasar una velada como cualquier recién casado.
— Dime qué quieres primero, ¿La cena o la sorpresa? —Él mismo se ríe de su jueguito, porque sabe qué voy a elegir.
— La sorpresa, definitivamente. —Le sigo el juego.
Salimos del auto y entramos al hotel. Sasuke le da su nombre a la recepcionista para que busque su reservación y a la mujer le brillan los ojos al ver a mi esposo y luego escuchar el apellido Uchiha. Quizás en sus sueños más mojados se cree que algún Uchiha llegará a este hotel a pedir una habitación, se quedará perdidamente enamorado de ella, se casarían y la haría rica de la noche a la mañana.

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Siempre Fuimos Tres.
FanfictionNaruto, Sasuke y yo nos conocimos en el último año de instituto cuando yo me mudé a esta ciudad por cuestión de trabajo de mis padres, nuestra amistad se podría decir que fue algo así como un amor a primera vista, porque apenas nos vimos -O más bien...