Imagínate solo, simplemente existiendo junto el silencio de la habitación, el peso de saber tu complejidad fue más tormentoso que haber cortado mis piernas en esa noche de penumbra.
Misma soledad, diferentes dolores, mi querido padre, te amo más que a mi propia vida, no soporto la idea de no estar contigo, aliviando tus dolores, sirviéndote de comer, atendiéndote como el Rey que eres, por soportar tanto en silencio, te convertiste de la noche a la mañana en lo más preciado en mi vida, me salvaste de la perdición del desapego que estaba confrontando.
Te extraño día y noche, noche y día, anhelando el día en el que regreses a mi lado para ser padre e hija, para decirte cuánto te amo y temer el día en el que me dejes sola en este mundo.
Espero recibirte en la puerta de nuestro hogar y abrazarte hasta el fin del mundo contando en todas las veces que no pude hacerlo por no estar presente en mi cuerpo y mente.
Te amo, papá.
ESTÁS LEYENDO
Desde la Luna
PoésieCada escrito tiene nombre y apellido, mi corazón es libre de decirlo sin tener que escribirlos.