rude | thorki

13

Thor y Loki cumplían 5 años de ser novios.

Loki, con sus 23 años, ya estaba por terminar la universidad. Thor, con sus 25, ya se encontraba trabajando en una de las empresas más importantes de la ciudad.

Thor siempre tuvo una escondida obsesión por el patio de la casa de Loki, tenía diferentes flores alrededor de la pared, el césped era de un verde hermoso, tenía un kiosco de madera -que él y Loki ayudaron a Laufey a construir-. En él solían desayunar los domingos.

Thor carraspea antes de tocar la puerta, escucha como quitan los seguros y la cara de Laufey con algo negro en la nariz de la da bienvenida.

Thor no puede aguantarse el grito por el susto.

—Santo cielo, ¿por qué se disfraza para asustar a la gente? Usted no lo necesita. —Laufey rueda los ojos y camina hacia adentro, Thor ríe un poco antes de entrar y cerrar la puerta.

La relación con su suegro se volvió más sólida al pasar los años, si bien Laufey seguía con sus malos tratos y sus berrinches, ya se había hecho a la idea de ver a Thor en su casa diario.

Al hombre le había costado, eso es bastante obvio. Su esposa le había hecho ver que su pequeño ya no lo era más. Tuvo que entender que Loki era un hombre... Enamorado de Thor.

El rubio camina hasta la sala, puede escuchar un alboroto ahí. Ve a Hela con algo en la nariz del mismo color que lo de su suegro. La pelinegra le sonríe como saludo.

—¿Qué estás haciendo aquí?, Loki está en la universidad.

—Eso ya lo sé, yo vine a ver su hermoso rostro, suegro.

Hela carcajea y Laufey chasquea la lengua.

—Igualado... Ya quitame esto, Hela.

—Son más minutos, papá. La belleza cuesta.

—Y la mía me costó mucho, no necesito más.

Thor carcajea y Hela también, Laufey los mira con el ceño fruncido.

—Bien. —Dice Thor después de reír—. Cómo ustedes saben, yo y Loki cumplimos cinco años hoy.

—Lamentablemente. —Laufey murmura mientras se ve en el pequeño espejo rosa de su hija. Thor ignora el comentario y prosigue.

—Y yo le quiero organizar una cena. —Hela suelta un 'aww' y Thor le sonríe—. Y quería hacerlo aquí.

—¿No es más romántico un restaurante que una sala?... Que tacaño saliste, Odinssen.

—No, no, no en el patio... En el kiosco.

—50 dolares la hora.

—Ni que fuera hotel, papá.

—Ni un hotel sale tan caro.

—¿Y tú cómo sabes eso? Andas con mi hijo y el niño es virgen.

Hela suelta una carcajada y se acuesta boca arriba en el piso, sus brazos se cierran entorno a su estómago. Laufey le avienta un pedazo de dona para que se calle.

—Me lo contaron, suegro. —Thor aguanta sus ganas por reír.

—Bien... Puedes usar el patio. —Thor sonríe y Laufey sonríe más—. Nosotros estaremos arriba.

—¡Mamáaaa! —Hela grita y se vuelve a poner en sus rodillas para acercarse a su padre, despega un poco la cosa de la nariz y sonríe—. ¡Tú esposo está molestando a Thor!

—Soy tu padre, muchacha pel... ¡Puta madre, Hela. Eso dolió mucho! ¿¡Por qué no me avisaste!?

—¡Mamáaaaa, tú esposo me está molestando!