Capítulo 4: El niño con la espada llamado "Suibian" (Parte 1)

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Resumen: En una cacería nocturna, Lan Jingyi hace un nuevo amigo y un descubrimiento inverosímil.

〖 § 〗

Montaña Dafan, trece años después del asedio


Si alguien le hubiera dicho a Lan Jingyi que las Sectas Jiang y Jin iban a estar presentes, le habría rogado a Hanguang-jun que lo dejara en Recovecos de la Nube.

— ¡Oye, Joven Maestra, se supone que las cacerías nocturnas son justas para todos! ¡¿Cómo se supone que alguien pueda hacer el trabajo si tiene que recorrer de puntillas alrededor de todas estas redes?! — Gritó al niño de trece años que estaba parado no muy lejos de él.

Después de muchas cartas de auxilio de la Montaña Dafan sobre un monstruo que roba las almas, el mundo de la cultivación decidió que las numerosas aldeas de la montaña serían su próxima cacería nocturna conjunta. Sin embargo, cuando todos llegaron allí, descubrieron que la Secta Jiang había tomado el asunto en sus propias manos. Jiang Wanyin había dominado a los discípulos Jin y Jiang y les ordenó colocar cientos de redes en la montaña para la caza nocturna y alquilar algunas de las mejores posadas que ofrecían los civiles. Después de ver tal cosa, todos estaban de mal humor y algunos cultivadores rebeldes ya se habían ido, decidiendo que la caza era una causa perdida.

—Cállate — Replicó rápidamente Jin Ling, con el ceño fruncido.

Jin Ling estaba de pie con su arco y flecha desenvainados, Suihua a salvo en su cintura. Se había encontrado con el discípulo Lan después de que el niño había activado una de las redes y casi terminó disparándole en el proceso, pensando que había capturado a su presa. Afortunadamente, el molesto Lan se había quitado del camino, pero después comenzó a sermonearlo sobre las prácticas justas de una caza nocturna.

Poniendo sus flechas en su carcaj, Jin Ling resopló. —¿Es mi responsabilidad asegurarme de que las personas no sean lo suficientemente estúpidas como para caminar hacia las redes?

No. ¡Es tu responsabilidad ser cortés con quienes te rodean!, pensó Lan Jingyi.

—¿La Joven Madame Jin realmente te enseñó a actuar así? — Lan Jingyi estaba haciendo una pregunta retórica.

Jin Ling se congeló.

—¿Por qué tú? — La cara del joven Jin se puso roja de la ira. —¿Estás insultando a mi madre?

—Estoy insultando tu falta de modales— Resopló Lan Jingyi. —Es común pensar que la culpa radica en la crianza.

—Tú... quieres pelear— Jin Ling colocó una mano en la empuñadura de su espada, agarrándola con fuerza.

—De verdad crees que tienes alguna oportunidad contra mí, tú-

—¡AHHHHH!

Lan Jingyi y Jin Ling se estremecieron ante el grito repentino. Mirando en la dirección de donde venía, ambos corrieron rápidamente hacia lo que debía ser otra persona atrapada en una red.

—Mira, esto es exactamente de lo que estoy hablando— Lan Jingyi miró al heredero de la Secta Jin. —¡Estás poniendo a las personas en riesgo sin razón alguna!

—Y ya dije que te callaras— Jin Ling aún estaba apretando los dientes.

A medida que se acercaban al sonido, el llanto se volvía cada vez menos humano. Sonaba distorsionado, pero realmente no podían entender qué era lo que provocaba el ruido.

—¿Qué demonios? — Murmuró Jin Ling.

Al detenerse en un claro, Lan Jingyi y Jin Ling se encontraron con un vista extraña. Atrapado en una red no había una persona, sino un burro que lloraba. El animal gris gritó, envuelto en las cadenas brillantes de la red espiritual.

La desaparición de Yiling Laozu [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora