Con un lazo roto, un pasado oscuro, un hijo de cinco años y una doble vida, nunca imaginó qué terminaría trabajando para el Alfa qué creyó qué daría todo por el.
•Historia completamente mía, de mi autoridad.
• No acepto adaptación, a menos qué me lo...
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Nordeste de Moscú
SergiyevPosad.
Hace cinco años atras
En una cabaña alejada del pueblo, escondida entre los pinos blancos por la nieve y la oscuridad de la noche de un 18 de noviembre, la vida se hace pasó a través de un Omega sin amor.
En el piso del baño de esta cabaña abandona, rodeado por un charco de sangre;se encuentra el Omega dando a luz.
Dándo a luz al fruto de su amor.
El cabello húmedo por la transpiración del esfuerzo que hace, piel pálida por la perdida de sangre por la cortada en su vientre semi-abultado. Con un pañuelo en la boca, acallando las dolorosas contracciones qué vienen cada un minuto. Agarrándose de una mano con fuerza del borde de la bañera y la otra de bajo de su vientre; mete su mano con sumo cuidado y saco de apoco el pequeño cuerpo.
El dolor, el cansancio, la tristeza y el estrés se fueron y lo remplazo una gran felicidad al tener por fin en brazo a su hijo, a su pequeño cachorro.
Con delicadeza acunó a su cachorro en su pecho, paso la yema de su dedo por la sangrienta carita de su bebé, admirando lo pequeño y delicado qué es.
–Shh, bebé, mami está aquí y no se va a ir.– susurró. Olió su cabecita y olía a el, era suyo. Saco a luz sus caninos y con ellos corto el cordón umbilical.
Con una toalla limpia qué dejo preparada arriba del lavabo, cubrió el cuerpito de su cachorro y lo dejo dentro del lavamanos para poder pararse.El cachorrito empezó a llorar por la falta de calor de su madre.
– Ya bebé, mami se tiene que curar para poder estar bien.– y como si supiera lo qué su madre dijera, el cachorro empezó a callar su lloriqueo.