The Red King's Desire (tomo 1) (1º de la saga Mafia)©

Capitulo 26

Capitulo 26

Llegue al trabajo, Lukyan se había quedado con su hermano y la chica para arreglar las cosas, la verdad es que la chica parecía aterrada y no se el ¿Por qué? Pero espero que lo puedan solucionar. Vi a Pelayo ¿enserio? Pensé que te habias ido, le mire y dije:

-Pense que te habias ido

-No nena, no me voy hasta que no te vayas conmigo

Pues te vas a tirar aquí demasiado tiempo cielo, no me voy a ir. Me agarro cuidado donde pones tus manos señorito, mire a Pelayo y dije:

-Cuidado

-¿Y esa audacia?

-Siempre la he tenido, y lo sabes

Jamás me deje dominar por ti, jamás pudiste conmigo y jamás tuvimos nada tu estas obsesionado conmigo, además viste lo que soy capaz de hacer con un arma. Pelayo no paraba de miarmarme nene si no quieres el espectáculo vete...

-Suelta

-te vienes conmigo

-Antes muerta

-No me gusta la necrofilia, pero contigo hare una excepción

Eres un atientico asqueroso Pelayo, tanta es la obsesion que tienes comigo como para haberme seguido y aun asi, ver con ¿Quién estoy? Y seguir con tus mierdas en la cabeza, joder estas loco. Me solte de el tengo que trabajar gilipollas, volvió a cogerme del brazo, me estas cansando tanto que estoy a punto de sacar el arma. Intento cogerme en volandas parece que no me vas a dejar en paz hijo de puta, saque el arma y dije:

-Venga ten huevos

-Estas en la calle

Vaya piensas que eso va a pararme, en España puede pero aquí en Rusia yo soy dios, tengo suficiente dinero para chanrtajear hasta al mismísimo Putin hijo de puta y librarme de la jodia cárcel e incluso ahí seria dios cariño. Nunca lo he dicho soy la Koroleva, o mas bisn la futura Koroleva, no tardara (madre de Lenya) en darme el titulo. Mire a Pelayo parecía asustado, vaya aun seguimos cagados como esa vez, te juro que esa vez falle pero esta no. Sonreí y dije:

-No estoy en España, Pelayo

No lo estamos. Aquí soy dios lo vuelvo a repetir, eso es lo que soy. Le mire estaba asustado como cuando estábamos en España, la verdad es que me encanta este momento, verte temblar de tal manera sabiendo que nadie va a poder salvarte

-no sabes cuanto he deseado este momento de nuevo

-¿Cuál?

Verte temblar como la otra vez que empuñe un arma, me encanta eso. Siempre me ha encantado que mis enemigos tuvieran miedo de mi, no soy la que empuña el arma casi nunca para eso esta mi prometido y si no lo sabes ese hombre te puede matar en menos de dos segundos y tu no darte cuenta al igual que yo, pero es el él que siempre se mancha las manos por mi. Así que yo que tu me iría ya para España o quizas aun mas lejos, le mire y dije:

-Yo que tu me iba Pelayo y para siempre de mi vida

-Ganas por ahora pequeña

-te juro que pienso ganar siempre Pelayo

Siempre gano tengo una legión de asesinos a mis pies comandada por mi prometido el futuro Pakkan de la mafia rusa. Vi como se iba menos mal porque no quiero montar un espectáculo aquí en el programa y me despidan por tu culpa (da igual tienes bastante dinero, además te puedes encargar de los negocios de tu prometido) dijo mi inconsiente si me puedo encargar de ellos, pero me gustaría seguir aquí, labrarme mi propia carrera antes de entrar en la empresa de mi futuro marido, además se muy bien que el no haría nada de eso, me refiero a que dejara el trabajo. Lenya siempre había dejado que yho decidiera sola, aunque fuera macho alfa y un hombre soberbio y estructurado sobre todo en el trabajo, siempre me había dejado mi libertad, algo que aprecio y le agradezco. Muchas de las mujeres de la Bravta estaban como sumisas, sobre todo porque muchas lo era. Pero el padre de Lenya y de Lukyan siempre enserño a tratar bien a las mujeres a sus hijos, por los menos los que estaban a su vera y creo que los padres de mis amigos igual. El padre de Lenya les había enseñado a tratar a las mujeres que estaban a su lado como lo que eran sus mujeres con las demás podrían hacer lo que les diera la gana sobre todo con sus siervas. Entre en la cadena, joder ya llegaba tarde, me acerque a Davina, me miro y dijo: