CAPÍTULO II: Rugido

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*SIMÓN POV*

Mis ojos no se despegaban del monitor de mi oficina. Recibía y enviaba correos, hacía estadísticas y listas, programaba destinos y creaba matrices de los productos que se exportaban.
Mi función en la empresa era ser el responsable de las personas, el director de recursos humanos para ser precisos. Cualquiera diría que por ser hijo del fundador de la empresa sería el director ejecutivo de la misma. Pero no. Decidí empezar desde abajo y subir de puesto hasta llegar a dónde estoy.

El trabajo se me hacía tedioso, y para ser honesto ya deseaba salir de aquí. Sé que la vida es mucho más que estar todos los días detrás de una computadora persiguiendo dinero.

Miro mi reloj harto de los largos minutos sentado en esta silla. 7:22 p.m.
Ya falta poco para cerrar las puertas del edificio y el equipo casi se va. Me alegra por fin terminar este día, añoraba volver a casa. Un mensaje de texto me saca de mis pensamientos.

— ¿Te llevo? Estoy abajo.
Naomi

Honestamente solo esta chica sería capaz de hacerme sentir así de aliviado justo ahora. Hoy no será uno de esos días donde debo volver con mi tío, oyendo sus historias y sermones mientras canta canciones viejas en la radio.

Nos vemos pronto.
Simón

Pasan los minutos. Me dirijo a la salida del edificio cuando recibo una llamada de Naomi. Extrañado respondo y me sorprendo al escuchar sus palabras:

Oye ¿Puedes apresurarte?

— Voy en camino ¿Pasa algo?

— Es que hay un sujeto extraño acechando el auto, quiero irme ya. Me está asustando.

— Voy de inmediato, espera allí y no salgas.

Apenas cuelgo la llamada decido acelerar el paso hasta llegar a las puertas principales. Justo en la calle del frente veo la mini van de Naomi y un hombre caminando torpemente alrededor del auto. ¿Será un ebrio?

Me acerco al auto, juntando todo el valor para alejar al hombre del auto y así podamos irnos a nuestro destino. Me di cuenta que este tipo lucía desaliñado. Seguramente era un vagabundo con serios problemas con el alcohol.

— Disculpe señor, le agradecería que le diera paso al auto. Evitemos accidentes.

El hombre volteó lentamente hacia mí, jamás había visto nada igual. Sus ojos eran claros casi blancos. Sus dientes y camisa estaban manchados de sangre y tenía una mirada perdida que pasó inmediatamente a una expresión llena de furia. Mis nervios le envían una señal automática a mi cerebro y doy un paso atrás.

— ¿Simón, está todo bien? — Me pregunta una Naomi preocupada aún dentro del auto.

— ¡No salgas del auto! — Le exclamo a Naomi sin parar de mirar al sujeto frente a mí.

La criatura se inmuta y suelta un rugido inhumano antes de abalanzarse hacia mí, rápidamente me hago a un lado esquivando su ataque. Otro ataque a mi lado izquierdo el cual solo esquivo con pasos atrás.

— ¡Simón! ¡¿Qué estás haciendo?!

— ¡Quédate allí, Naomi!

Tengo que alejarlo del auto. Aprovecho que tengo su atención para mantenerlo fuera de alcance de Naomi.
Otro rugido, seguido de otro ataque. El sonido es ensordecedor y su aliento a muerte llega a mis fosas nasales. No sé cuánto más podré seguir con este plan. Tropiezo con la acera y caigo hacia atrás, la criatura no pierde tiempo y cae encima de mí. Coloco mis brazos instintivamente entre los dos para apartarlo. El sujeto lanzaba dentelladas al aire ¿Por qué demonios buscaba morderme?

TODO O NADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora