Cuanto ansiaba Akaashi este día. Kei utilizó las últimas fresas para hacer un postre para los tres y ahora el joven iría a buscar más. Al principio a los dos adultos les extrañó tanto que de la nada quisiese salir con un gran entusiasmo, pero claro que todo tenía una explicación.
Pasaron ya unos días de aquella vez y desde ese entonces los sueños del pelicrespo ─ que comúnmente no recordaba al despertar ─, se habían llenado de suaves melodías que acompañaban un alegre vals protagonizado por él y otra persona. Casi de su misma altura y casi de su misma edad; un hombre cuyos cabellos se asemejaban a aquella linda ave que Keiji conoció anteriormente.
Así como se viese extraño, también creía en la posibilidad de que fuese una señal, dirigiéndolo hacia un gran cambio en su vida.
Caminó sobre su ruta habitual, igualmente deteniéndose bajo aquel árbol encontrándose con los mismos animalitos pero no con aquella persona ni aquel búho. Ni siquiera mientras cortaba sus fresas hubo señal de ninguno; él aún no quería rendirse, su pesimismo no lo abrumaría esta vez.
Hacía un buen clima, estando al mediodía el calor no era tan abrasador como en otras ocasiones así que Akaashi vio ideal remojar un momento los pies en el lago que rodeaba el lugar donde ahora se encontraba.
El agua era perfectamente fresca, refrescarse de vez en cuando se siente maravilloso. Cerrando sus ojos y apoyado de sus brazos disfrutaba del tenue viento acariciando sus mejillas.
Un apenas perceptible movimiento en el agua llamó su atención después de unos momentos, mirando a esta vez a la persona frente a el pero todavía distante.
Aquel muchacho con llamativos pantalones de seda enrollados, silencioso imitó la acción de Akaashi al refrescarse en el lago. Todo como un pretexto para admirar un poco mas de cerca al joven que tan sereno se miraba, estaba cautivado.
Cuando Keiji abrió los ojos, inmediatamente desvió su mirada a cualquier otro lado, menos a esos ojos azules cual zafiros que le maravillaron solo con verse un segundo. Fue ahí cuando inconscientemente inició un infantil jugueteo con sus pies en el agua.
Akaashi volvió a cerrar sus ojos, pensando en no ser un alocado y preguntar "¿Acaso es usted a quien he conocido en mi sueño?", si alguien le llegase a hacer esa pregunta, sin duda le parecería una locura.
Nuevamente algo llamó su atención, contrario a lo anterior ahora notó como se detuvo el movimiento del agua. Echó un rápido vistazo con un solo ojo solo para alcanzar a ver al mismo muchacho y sus torpes intentos de disimular que le observaba. Keiji suspiró.
─ Disculpe, ¿puedo ayudarle en algo?
─ ¿Eh? ¡ah, si! De casualidad sabe... ─ habló el joven de cabellera blanca, buscaba a sus alrededores una excusa para seguir escuchando la suave voz del pelinegro ─ ¡Oh! ¿Sabe donde queda m- el castillo del rey?
Akaashi pensó su respuesta y posteriormente señaló al horizonte ─ Me parece que está por allá.
─ Ya veo, gracias ─ asintió.
El ambiente podría seguir en silencio de no ser que el estómago del muchacho solicitaba alimento, su expresión le provocaba una divertida sonrisa a Keiji.
─ Si quiere puede tomar algunas, mas tarde las repondré ─. habló tomando su canasta a sus espaldas, llena de otros frutos pero mayormente de las queridas fresas de Kei.
─ ¡Oh! ¿Son de este bosque? ─ preguntó con emoción, Keiji asintió. ─ Sé que son deliciosas, pero mi abuelo insiste en que no son las mejores
─ Debería hacerle saber a su abuelo que se equivoca.
─ Definitivamente lo haré. ─ continuó comiendo ahora sentado cara a cara al otro muchacho.
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𝐒𝐥𝐞𝐞𝐩𝐢𝐧𝐠 𝐁𝐞𝐚𝐮𝐭𝐲 ❨ BokuAka ❩
FanfictionLa bella durmiente / BokuAka Solo parte de la idea principal será adaptada como fanfic de esta hermosa pareja, la historia no será precisamente la misma. ◆ Mención del KuroTsuki Tanto los personajes como la historia original no me pertenecen. (Acla...