CAPÍTULO EXTRA

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Ya habían pasado 4 años desde que Pauline se hubiese ido de la ciudad. Finley escribía en su diario pequeños fragmentos de recuerdos que todavía lograba recordar. Allí estaban escritos desde sus primeras vivencias, la casa de Eroy, hasta la despedida de los dos.

Finley estaba tumbado en la habitación, observando las últimas publicaciones de Pauline en el Instagram además de revisando las conversaciones que habían tenido ya que habían pasado momentos graciosos y le gustaba recordarlos. En ese momento, entró su madre con un mensaje para él.

-¿Qué quieres mamá?

-Me acaba de llegar un correo al Email.

- Vale, ¿y?

-¿No quieres saber de qué se trata?

-Publicidad o descuento en alguna tienda seguro.

-Pues no.

-¿Y qué es?

-Te han concedido la beca para ir a estudiar a la ciudad donde vive Pauline.

-¿¡QUÉ!?

- Sí. Además, he hablado con su madre y me ha dicho que puedes quedarte en su casa hasta que encontremos un piso en el que alojarte.

Los gritos de Finley fueron tan fuertes que por poco dan la vuelta al mundo.

-¿Y cuándo me voy?

- Mañana

- Pero... ¿y tú...?

-Estaré bien.

-Pero vamos a estar separados mucho tiempo.

- cari, no te preocupes, te iré a visitar.

Unas cuantas lágrimas se derramaron sobre las majillas de Finley.

-Joder, ¿qué rápido no?

-A veces las cosas son así.

Los dos se fundieron en un abrazo casi de despedida ya que ese vendría 24 horas después. Justo en ese momento en el que Finley cogió al bus para dirigirse a la ciudad. En ese momento, él estaba triste por haber dejado a su familia atrás pero también contento e entusiasmado por volver a ver a Pauline.

Quedaba 1 hora de viaje así que Finley avisó a la madre de la chica. Ella no sabía lo que ocurriría así que no sabía la razón por la que su madre la había mandado ir al coche y esperarla para ir a la estación de bus.

El bus llegó y allí estaba Pauline y la madre. Cuando esta última vio llegar el autobús, le dijo a Pauline que tenía que ir al baño, así les daría más intimidad.

-SORPRESA

-¡FINLEY!

Los dos se besaron nada más que este terminó de descender el último escalón del autobús. Los dos lloraban mientras se abrazaban.

-Te echaba de menos- dijo Pauline llorando.

-Yo más- contestó Finley con el mismo sentimiento.

La madre llegó y le dio dos besos a Finley le dijo que irían a casa.

Pauline cuando se enteró de que él se quedaría en su casa empezó a imaginarse su nueva vida con él y a pensar en todo lo que le tendría que enseñar.

Que suerte haberse encontrado otra vez con lo que en futuro sería el amor de su vida y con el que sería feliz siempre. Aquel regreso sin destino que les separó les ayudó a saber que nunca les había separado, sino a sentir más el uno por el otro. 

FIN

REGRESO SIN DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora