Espacio y renacimiento: la doctora y empresaria genio favorita

Capítulo 13: Renunciar al tratamiento

Los tres se apresuraron a entrar en la habitación del hospital y vieron a Qiao Yumin hablando con un médico.

"Doctor Wang, usted dijo al principio que podría mejorar. Por eso gastamos tanto dinero. Pero ahora, mi mujer está casi muerta. ¿No debería su hospital darme una explicación?"

"Señor Qiao, sólo dije que podría haber una posibilidad. No pensé que su condición empeoraría tan rápidamente. Los cuerpos de todos son diferentes", explicó el médico.

"No me importa. Todavía tenemos sus recetas (se refiere a la medicina occidental, es decir, pastillas) en casa, pero ella no puede tomarlas ahora. Tiene que devolverlas". Qiao Yumin sabía que el hospital no daría una compensación. Lo que él quería era devolver esas medicinas.

Esas píldoras costaban fácilmente más de mil dólares, y había muchas en casa. Qiao Yumin planeaba cosechar todo lo que pudiera vendiéndolas de nuevo al hospital.

"Entonces... de acuerdo, bien. Trae los que aún no han sido usados. Yo me encargaré de ello..." Dijo el doctor Wang.

El doctor Gan sacudió la cabeza mientras se acercaba y escuchaba la conversación.

"Señor Qiao, ¿verdad? Su hija me mostró su receta. Seguro que funciona. Por qué no va a recoger esto ahora mismo..." Interrumpió.

"¿Qué quieres decir?" Qiao Yumin no podía entender.

Jing Yunzhao no era más que una bastarda que se quedaba en casa todo el día. ¿Podríamos usar su receta? ¿Qué clase de broma era esa?

"El significado es muy simple; El paciente puede ser salvado. Si sigues esta receta y la usas, ella tiene una oportunidad de sobrevivir..." El doctor Gan continuó explicando.

Qiao Yumin frunció el ceño mientras escuchaba.

Abrió la boca después de un rato: "Esta receta es de Jing Yunzhao, ¿verdad?".

"Sí", el doctor Gan no lo negó.

"¡Entonces me niego a usarla!" Qiao Yumin dijo fríamente. "Ustedes, los doctores, dijeron que mi esposa no podía ser salvada. Ya nos hemos preparado para su fallecimiento, ¿pero ahora deciden traer una receta de mierda? ¡Y fue recetada por mi hija, nada menos! Si es así, ¿no deberíamos haber dejado que mi hija la tratara al principio? Además, sólo es una niña pequeña, ni siquiera es mayor de edad todavía. Si algo saliera mal con su prescripción, ¿podrían ustedes asumir la responsabilidad?"

"En este momento, el estado de la paciente no puede empeorar, así que vamos a intentarlo..." El doctor Gan no podía creer lo difícil que estaba siendo Qiao Yumin.

Normalmente, eran los pacientes y sus familias los que le pedían ayuda. Esta era la primera vez que él mismo tenía que pedir para salvar a un paciente.

"¿Intentar? ¿Para qué? Mi mujer ya ha sufrido bastante y por fin será libre. ¡¿No quiere que muera en paz?! Además... Doctor Wang, usted es el médico principal de mi esposa. ¿Qué pasa con este anciano que sale de la nada?" Qiao Yumin continuó.

Ese Doctor Wang era un joven médico. Acababa de regresar de estudiar en el extranjero, y su futuro estaba lleno de posibilidades. Se sintió contrariado.

Ya había determinado que el estado del paciente era irremediable. Eso significaba que, si alguien más la salvaba, su reputación quedaría arruinada.

"Doctor Gan, respeto su antigüedad, pero... ¿No está siendo un poco irracional? La familia de la paciente ya ha dicho que no. No sería bueno que siguiera siendo tan insistente, ¿verdad?" Dijo el doctor Wang, sonriendo.

El estómago del doctor Gan estaba lleno de ira. Nunca había visto a un familiar tan poco razonable.

Él, Gan Songbai, era uno de los afamados médicos del hospital. Ya había aprobado la receta, ¡y sin embargo se le desecha como un zapato viejo!

Además, al haber vivido hasta esta edad, sabía cómo juzgar a la gente.

¿Qiao Yumin lo rechazó porque no confiaba en la receta? No, obviamente no quería salvar a su esposa.

Gan Songbai era un auténtico practicante de la medicina, pero si la otra parte se negaba, no podía hacer mucho.

Suspiró y salió de la habitación. Miró a Jing Yunzhao y le dijo: "Pequeña, no puedo hacer mucho si tu padre no quiere. Deberías dejarlo ir".

Jing Yunzhao asintió: "Lo entiendo. Gracias, doctor Gan".

Ella había ofrecido un amable favor, pero si la familia Qiao no estaba dispuesta a aceptarlo, entonces... eso no era asunto suyo. A partir de ahora, ella no le debería nada a la familia Qiao. ¡Era el momento de vengarse!