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Toda relación tiene algún juego, algo que solo entre esas personas lo entienden.

Puede ser algo simple. Como un juego de palabras, algún tipo de caricia, algo. Y para nuestros dos bebés ese algo obviamente era algo particular...

(...)

Gou empezó su mañana como cualquier otra. Se levantó con el sonido de su alarma, lavo su rostro y dientes.
Cuando terminó con esta última, fue como de costumbre a despertar a su querido novio, el cuál como sabrán tenía el sueño más pesado que un Snorlax.

Grande fue su sorpresa al notar como Satoshi no se encontraba en su cama. Solo estaba Pikachu durmiendo hecho bolita entre las sábanas que todavía estaban destendidas y hechas un revoltijo.

-¿Pikachu?- desconsertado, miró a la rata amarilla con notable confusion en su cara. -Entonces ¿Dónde está Satoshi?-

-BOO!!-

¿Oyeron ese grito de doña cuando ve una rata? Fue Gou.

-¡Maldicion Satoshi!- solo pudo alcanzar a maldecir a el futuro maestro Pokemon mientras este se iba corriendo de la habitación que compartían entre carcajadas.

(...)

El de gorra se encontraba caminando hacia la cocina para ver si había algo que extermine su hambre.

Cuando llego a su destino, se dedico a revisar cada cajón y alacena que se iba encontrando. Finalmente, se topó con una sopa instantánea, de sus favoritas.

Así que con una gran sonrisa empezó a preparar -según él- el mejor majar que podría haber en todo el mundo. Claro no superando a esas bolitas esponjosas y suaves de las cuales aún no aprendía su nombre.

Todo iba de maravilla, estaba comiendo su sopita y de vez en cuando dándole un poco a su fiel compañero amarillo.

De pronto, Pikachu bajo de la mesa y se fue del lugar probablemente llendo con sus demás amigos para jugar un rato.

-¿Pikachu?- preguntó confundido viendo por donde el pokemon mencionado se había ido. -Bueno, tu te lo pierdes- prosiguió a seguir comiendo sus fideos calientes.

. . .

-BOO!!-

Segundos bastaron para que Satoshi escupiera toda la sopa que tenia en su boca mientras temblaba del susto.

-¡Maldicion Gou!- ahora fue su turno de protestar por tremenda espantada que le habían dado.

El lanzador solo se reía sin parar de la cara que había puesto su ahora manchado novio junto con su Cinderace.

Al final salio corriendo para no enfrentar las consecuencias por haberle tirado su merienda y el de ojos marrón se lamentaba su trágica perdida, pensando al mismo tiempo su próxima venganza.

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𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜 𝚙𝚘𝚛 𝚜𝚞 𝚙𝚊𝚌𝚒𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊!! 𝚁𝚎𝚊𝚕𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚊𝚙𝚛𝚎𝚌𝚒𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚊 𝚙𝚎𝚜𝚊𝚛 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚝𝚊𝚛𝚍𝚊𝚗𝚣𝚊 𝚜𝚒𝚐𝚊𝚗 𝚕𝚎𝚢𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚘, 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚕𝚘 𝚑𝚊𝚢𝚊𝚗 𝚍𝚒𝚜𝚏𝚛𝚞𝚝𝚊𝚍𝚘 <3

𝚂𝚎 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚒𝚍𝚎: ᐯᗩᒪᗪᖇᗴᗰ17_

BYE!! ✌︎

☢︎︎ 丂卂ㄒㄖᘜㄖㄩ ᶻᵒⁿᵉ ☢︎︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora