Parte II: Encrucijada

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ELIPSIS

Ya habían transcurrido unos meses desde que nos habíamos conocido y en aquella temporada de otoño ya nos habíamos convertido en muy buenos amigos. Estaba tan feliz y cómodo con él, demasiado diría yo. Me encantaba escuchar su risa, su música, verlo por las mañanas...en un inicio Tom era un tipo bastante formal y algo tímido, pero ahora sentía mucha más confianza y se abría a contarme más cosas sobre él.

Un sábado cualquiera salimos juntos a pasear por la nevada vereda y sin darnos cuenta ya era invierno. A pesar de los fríos vientos y la espesa nieve había logrado salido el sol. Siempre en días como estos Tom me decía que el sol estaba contento y yo siempre le sonreía asintiendo.
Esa tarde estábamos pasando por fuera de un cine, ahora que lo pienso nunca habíamos ido juntos a ver alguna película. Me acerqué a ver la cartola de las películas que tenían en la cartelera.

-Mira Tom, ya salió la peli que esperaba, yo invito las cocas! Será diverti-

Antes de terminar fui interrumpido por un rotundo "no" de su parte.

- ¿Por qué? En este tiempo nunca hemos venido juntos aquí...
- ¡PORQUE NO, EDD!

Tom se arrodilló en el cemento y agachó su cabeza tapando su cara con sus brazos como si se tratase de un niño pequeño teniendo un arrebato. En ese entonces no entendía que le pasaba. Intenté acercarme pero sólo me evadía, de un momento a otro se levantó y se marchó sin decir nada. Me hallaba en medio de la acera confundido, por alguna razón me sentía responsable de aquel incidente.
Quise darle su tiempo y espacio, no quería molestarlo en lo absoluto, mucho menos perturbarlo como lo había hecho fuera del cine. Busqué consuelo llamando a Matt y luego a mi madre, pero no podía dejar de sentirme fatal. Ya había pasado una hora desde lo ocurrido y yo me encontraba deambulando por el sector. No podía dejar de sentirme intranquilo y corrí hacia nuestro departamento por si es que Tom se encontraba allí, para mi sorpresa no había ni rastro de él. Le marqué a su celular pero tampoco contestaba mis llamadas. Estaba realmente preocupado por su paradero, las gotas de sudor frío resbalaban por mi frente. Siempre me sonreía, siempre bromeaba ¿por qué sucedió esto de repente?

Pasados unos treinta minutos recibí un mensaje de él. Me informó que tuvo que ir con sus padres por una emergencia, le pregunté qué había ocurrido pero sólo me contestó con un ''nada grave'', esto ya se había vuelto un hábito. Me atreví a marcarle nuevamente pero esta vez me contestó una voz femenina ¿alguna novia secreta?.

-Hola... ¿con quien hablo?
-Edd...escuché mucho sobre ti, soy la madre de Tom. Él está con su padre en este momento, no pasó nada grave así que intenta estar tranquilo.
-Oh...mm ok y...¿cuándo volverá?
-Dentro de pocos días quizá, cuida bien de sus cosas por favor.
-Si señora ¿puedo saber al menos dónde se encuentra?
-Estamos en una clínica de la ciudad, no muy lejos de la universidad pero de igual manera Tom quiere descansar un tiempo de las clases.
-Entiendo...gracias señora.

La madre de Tom sonaba muy amable y calmada, pide comprender de quién heredó Tom su linda personalidad. Algo que me extraño fue la rapidez con la que llegaron los padres de Tom viviendo tan lejos, aunque no le di muchas vueltas.

.
.
.

Pasaron cuatro días desde esa llamada. Extrañaba escuchar a Tom, su voz, sus canciones, su compañía. Me encontraba sentado en mi escritorio trabajando en un encargo cuando la puerta del cuarto se abrió a mis espaldas, era Tom con un parche diferente y unos lentes de sol para evitar la luz directa en sus ojos.

-¡TOM! –me levanté de inmediato- estaba tan preocupado...¡por favor te pido que me cuentes que fue lo que te pasó!
-Edd estoy bien, sólo que esta vez mi ojo me ardió demasiado y me dieron unos días de descanso, nada grave, ¿ves? -me abrazó con una pequeña sonrisa-

Por alguna razón me sentí tranquilo, no quería soltarme de entre sus brazos.

Al día siguiente fuimos a la universidad juntos aunque noté algo extraño en Tom, estaba distante y con una cara inexpresiva, aún usaba sus lentes de sol y su nuevo parche. Al llegar a las clases Tom no anotó nada en su cuaderno y sólo se dedicó a escuchar al profesor sin hacer el más mínimo comentario.
A la hora de almuerzo fuimos al mismo lugar de siempre. Había llevado algunos snacks para compartirlos con Tom pero el chico seguía actuando más extraño que de costumbre. Olfateaba cada snack que iba a comer para luego saborearlo como si fuese la última vez que los probaría.

-Hey, cuando te llamé hace unos días contestó tu madre, suena muy amable.
-Lo es, la mejor.
-Pero me quedé con una duda...¿cómo es que pudieron llegar tan rápido a la clínica de la ciudad si viven a dos horas de aquí?
-Estaban cerca por el trabajo de mi padre... con esta última recaída quieren mudarse aún más cerca de mí. Me molesta que me protejan tanto - refunfuñando-.

Fue la primera vez que veía a Tom tan irritado y no deseaba incomodarlo más, así que opté por no seguir preguntando.
El día prosiguió normal, fuimos a nuestro dormitorio para conversar y escuchar música y fue ahí cuando me di cuenta que Tom ya no dibujaba como lo hacía antes. Logré ver uno de sus trazados, las líneas eran irregulares y su letra se distorsionaba a tal punto que no se lograba entender. No hice comentarios, quizá lo estaba presionando mucho.

-Hey Edd.
-Si Tom?
-Tú siempre estarás junto a mi, ¿no?
-No preguntes idioteces, sabes que siempre puedes contar conmigo, en las buenas y en las malas.

Tom se quedó en silencio unos minutos como si analizara lo que había dicho. Luego dirigió su cansada mirada hacia a mí.

- ¿Qué dirías si...te digo que me gustas?

Me sorprendió tal pregunta. Pensé un momento y estuve por darle una respuesta.

-Es broma. Por favor no contestes, no te lo tomes en serio jaja...

Me enseñó su típica sonrisa aunque esta vez se veía forzada y desganada, como si estuviera fingiendo. Me quedé mirándolo fijo; ¿cuándo se había vuelto tan ojeroso y delgado?

Para Tom ~EddxTom~ //EDDSWORLD//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora