Dos diosas se tenían que retirar ya que termino sus 100 años de trabajo en ver el mundo humano, ahora les toca a las nuevas diosas, las antiguas Sol y Luna les dice algo importante que deben hacer las nuevas "Nunca jamás hablen con la otra diosa, el...
Dos diosas estaban terminando su ultimo día de trabajo cuidando el planeta tierra, ahora les tocaba a las nuevas diosas, Las primeras sol y luna nunca se hablaron, ya que por generación se decían las mismas palabras "debes de enfocarte en tu trabajo y no distraigas a la otra diosa que también está haciendo su trabajo, solo vives para eso y eso es tu única función" y obviamente les iba a decir a las siguientes diosas, en el siguiente día, las antiguas Solo y Luna, estaban hablando con las nuevas para indicarles que deben de hacer, en el lado de la luna, una pequeña chica de cabellos blancos estaba emocionada por su labor, ya que nació para eso.
-¡Entonces podre al fin conocer a los demás humanos!- dice la nueva luna alegre.
-Por supuesto que no, está prohibido hablar con los humanos, solo podemos verlos y más nosotras que tenemos que cuidar sus sueños, recuerda, no dejes tu trabajo a un lado y nunca, nunca debes de hablar con la diosa Sol, ella hace su labor, cuando termine el tuyo debes de dormir para tener más energía y hacer mejor tu trabajo que debes hacer.
-Si...- Ahora la nueva luna no se encontraba feliz, estaba triste porque dijo la luna antigua que ya se iba a retirar, le iba ser aburrido, pero aun así era cierto, ella solo está por su trabajo, no debe de distraerse.
Mientras la nueva Sol era muy seria, el antiguo sol era todo lo contrario, alguien alegre y feliz, que estaba también indicando las cosas a su nuevo remplazo.
-Aun así yo seré la mejor Sol, y me tendrán como ejemplo a seguir- dijo orgullosa.
-¡Valla orgullo! pero que no se te suba, se ve feo, aun así ¡Te deseo suerte! ahh... cierto y también algo importante, no hables con la otra dio- fue interrumpido por la nueva diosa.
-Sí, si ya lo sé, no me expliques, ni le hare caso, solo va a ser una distracción.
-Bueno estas bien preparada, bien te dejo, yo ya quiero descansar- Dice el antiguo sol relajado.
-Adiós.
Así las nuevas diosas comenzaron con su primer día, cruzándose, recibiendo la mirada de cada una, Luna quería saludar a Sol pero esta solo la ignoro continuando con su caminar ya que le tocaba ella ver el mundo humano, la de cabellos blancos se quedó mirando cómo se iba sol, ahora tenía que descansar para luego unas horas comenzar su trabajo.
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Sol estaba haciendo su labor, y cuando era las 6 ella se iba a dormir mientras que Luna despertaba para comenzar a cuidar a los humanos, una vez la de cabellos dorados se quedó dormida, cuando se despertó estaba preocupada ya que era tarde, así que rápido fue a la nube principal, donde se ven todos los humanos, pero no se esperó ver a la otra diosa haciendo su labor.
-Uh... ¡Buenos días Sol! -dijo con una gran sonrisa luna.
-¿Qué haces acá? debes de estar durmiendo.
-Es que como no te levantaste, dije mejor me quedo acá cuidando, si pasaba algo te iba avisar porque estabas durmiendo tranquila... y...
En eso la de hermosos cabellos blancos fue interrumpida por la aquella diosa se despertó tarde.
