Capítulo: IX.

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Se pronunció un cambio brutal en el ambiente, una velocidad inhumana capaz de alterar el aire cernido alrededor de aquél hombre quién le veía desde dicha altura, descendió a tal velocidad en busca de conectar un golpe certero en la cabeza del azabache para hacer más ameno el enfrentarse a alguien cuyos historiales tenían peso; no debía subestimarlo, de lo contrario podría verse severamente jodido si algún movimiento suyo falla, pero con lo que este no contaba era la defensa pasiva del ojíazul, cuya décima primer postura para deflectar ataques yacía activa cuál habilidad pasiva, lista para desviar cualquier ataque que no entre en el rango visual de Tomioka cubriendo así puntos ciegos.

Al darse cuenta el movimiento veloz que tomó su brazo al desenvainar la espada y reflejar aquél movimiento, pensó, en esa milésima de segundo que podía el no sacar completamente la dichosa espada de la vaina, lo menos que buscaría actualmente sería acabar con una persona, si es qué era eso con lo que se enfrentaba, de lo contrario habría perdido una buena oportunidad para acortar los tiempos en su viaje, qué curiosamente se le estaba haciendo repetitivo por volver a mirar los mismos locales una y otra vez, creyendo en la poca originalidad de los dueños para copiarse de otras o en un gran monopolio de alguna empresa gigante.

Una gran estocada en la zona inferior izquierda debajo de la caja torácica del individuo que estaba por arremeter contra él, se la llevó, mandando a volar su cuerpo varios metros hacía atrás y con ello, robando algo de sangre a su rival.
Anonadado por lo acontecido sin terminar a procesar quién era el sujeto que yacía frente suya y porque motivos se abalanzó contra este, desvío la punta hacía donde el se encontraba, preparado para vociferar con toda la hostilidad que le brindaba sus sentimientos negativos en aquél momento.

── ¡Tú maldito idiota! ¿¡Que rayos pensabas al querer atacarme así!? ──
Él rostro del ojíazul reflejaba con perfección que tan fastidiado estaba de aquél inconveniente, la vena en su frente se pronunció más y su mirada amenazante fue suficiente para hacer retroceder al atacante.

── ¡Cállate! ¿¡Qué clase de persona vaga por ahí a estas horas con una espada tan letal como esa!? ¡Ni siquiera tienes licencia de héroe y cuentas con antecedentes penales, te enviare a la cárcel por portación de armas blancas! ──
Claramente este muchacho tampoco se dejaría pisotear por las palabras de Giyuu, y razón tenía, compartía lógica también, pero después de todo, fue un mal entendido del cuál nuestro protagonista no se encargaría de resolver.

Ahora ambos se veían como enemigos, potenciales y la sed de sangre tampoco se hizo faltar, estaría por acontecer algo grave...

O podría haber sido así, si no fuese por la presencia de alguien ajeno a todo esto que le corto el rollo al del la singularidad rara, una... ¿morena de orejas blancas? ¿Que era esto, un chiste? Llegó de quién sabe donde para enterrar la cara de su compañero en el pavimento anulando así el poder en bucle y mirarle atentamente, sin duda había llamado su atención.

── Oye engendro, esta vez correrá por cuenta mía el haber salvado tú trasero, pero deberías dejar de ir por ahí con esa espada de aquí para allá, de lo contrario seré yo quién te enfrente. ──
Esa expresión enfadada que se le vio tener desde el momento que hizo aparición en escena cambió rotundamente a una amenazante a final de su línea, ciertamente le recordaba a Shinobu cuándo esta se le enojo una vez hacía tiempo.

Sin esperar mucho más, este en un parpadeo desapareció de la zona, utilizando los edificios a su alrededor para impulsarse entre las paredes y así ejecutar una veloz huida.

──  Ese tenía una pinta de ser un mocoso, pero atrajo muchísimo mi atención.~ ──
Se relamio el dedo pensando en las facciones del ojíazul antes de ayudar a su compañero a retirar su cabeza del pozo que había creado por su poca prudencia y control sobre su fuerza.

Gracias a esta mujer morena de orejas blancas fue que logró huir, pero como estaba claro nada podría invertir la situación, pues de fondo se encontraba observando algo más, un individuo de seis ojos con una espada observando bajo la luna en la punta ciega de un edificio algo lejos.

── Creo que podría divertirme un poco esta noche, o incrementar mi poder. ──

Cazadores Y Héroes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora