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Pov t/n

El tiempo pasó relativamente rápido, ahora estábamos aterrizando en Italia, exactamente en la provincia de pisa. En todo el viaje me sentia nerviosa, no sabia que iba a suceder conmigo, Edward en todo momento estuvo a mi lado, dando apoyo, me abrazaba me daba besas en la frente, me acariciaba las manos, creo que sin el mi mente hubiera caído en un fondo mental de pensamientos.

Estábamos llegando a una pequeña posada ( como hotel pequeño) ya en la ciudad de volterra, el sol estaba en su auge pero las grises nubes lo ocultaban, en la ciudad habían muchas personas, el lugar era turístico, pero al saber que era una ciudad donde los vampiros prácticamente reinaban me generaba cierta angustia sobre las vidas de esas personas.

Bajamos del auto que había rentado Edward, donde veníamos Ed, jasper, alice y yo, en otro auto venían los demás.
Al salir del auto un aire frío inundó el lugar, un escalofrio recorrió mi ser.

ven aquí nos quedaremos— hablo Edward tomándome la mano entrando al lugar, a lo lejos se podía observar un edificio apartado , estaba lejos quisas a dos cuadras, me imagino que allí están esos vampiros.

Entramos al lugar y un hombre nos atendió, parecía ser humano, nos guió hasta las habitaciones y yo entré en la nuestra con Ed, deje mi mochila con mi ropa y cosas necesarias en una esquina y me sente en el borde de la cama.

Ya estaba aquí, estaba en la ciudad donde aquellos que querían verme estaban, mi incertidumbre incrementaba cada segundo, mis manos sudaban, ¿que iba a suceder conmigo?,¿que sucedería con los cullen?, ¿ moriría?, todo esto me estaba generando ansiedad.

t/n..—  la voz de Ed me hizo salir de mis pensamientos, estaba ami lado, y sostenía mi mano con la suya — se que estas asustada, pero te prometo que nada sucedera— dijo y me jalo a el. Mi rostro cayó en su pecho, y me abrazo por la cintura. Su Colonia varonil inundaba mis fosas nasales, en sus brazos sentía Calma, en sus brazos sentía que nada de lo que intentara hacerme daño sucedería.

Acaricio mis cabellos con su agil mano, era una caricia dulce y suave que estaba calmando mi Alma.

Edward..—  lo llamé mirandolo , sus ojos dorados me miraron , amaba esos ojos, me había vuelto adicta a verlos, era algo necesario en mi vida y no se que haría sin ellos.

¿si?—  hablo aún con sus caricias.

si... algo me pasa, porfavor cuida a mi padre — dije eso con la voz quebrada, sentia mi corazón romperse, en todo este tiempo, no había mostrado debilidad, no había llorado, y ahora las lágrimas asomaban por salir.

No era el miedo a la muerte, era el miedo a dejar solo a mi padre y que el no lo soportaría, el miedo a dejar ala persona de la que me enamoré, el miedo a dejar a los pocos amigos que hice.

mi pequeña y linda t/n, — hablo el oji-dorado — no te pasara nada, antes de que algo te suceda entregaré mi vida —  dijo abrazandome más fuerte .

Poco a poco se recostó en la cama y me posiciono encima de el; sus brazos rodearon mi cintura mientras yo hundi mi rostro en su cuello.

No temas, yo estoy aquí, te protegeré con mi vida—  dejo un dulce beso en mi hombro . — Te amo, te amo con todo mi ser, antes de perderte me entregaría a ellos, dejaría que hicieran lo que ellos deseasen conmigo, mientras no te toquen ningún hermoso de tus cabellos —  le mire y le acaricie las mejillas con mis manos, no quería que nada la pasara a el, no quiero. — ya no llores, tus hermosos ojos perderán su encantador brillo si sigues llorando —  le di un beso suave en los labios, a lo que el me miro indignado pues quería que el besi fuera más largo.

Rei levemente y volvi a unir nuestros labios, esta vez duro más. 

Pasamos un rato en silencio luego de eso, ambos acostados en la cama, el acariciando mi cabello mientras yo dibujaba círculos invisibles en su pecho con mis dedos. Al final cai en los dulces brazos de morfeo.











Un nuevo día se avecinó, el sol fue ocultado por unas nubes grises que anunciaban lluvia, en mi caso pensaba que anunciaban calamidad.

Y aquí estoy, enfrente de unas enormes puertas negras que dan la entrada a un palacio lleno de frío gélido y oscuridad. Siento mis nervios calar mis huesos, mi corazón re tumbando hasta mis oídos, mientras me sostengo de la mano de Edward para no caer o desmayarme. 

Solo deseo que nada malo suceda.

OTRA OPORTUNIDAD [Edward Cullen y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora