Anarquía... en el Frío Amanecer

Seven And Six

Un silencioso rasguido contra una cajetilla encendió la única luz que perduraba en la neblina del extenso océano pacífico, al noroeste del mundo. El cigarro que se encendió camufló su humo con la fría neblina, mientras los labios secos de un caballero consumían el tabaco.

Así como sus ojos amarillentos y pálidos se ensombrecían por la fina boina gris sobre su cabeza cual le cubría sus cabellos albinos, las mismas acciones eran tomadas por las nubes que no dejaban pasar la luz del sol. Él veía con transparencia el humo fundirse con la neblina, y comparándolo con la situación de la realidad, encontró una metáfora que podría usar en un discurso.

Al igual que el humo se combina con una neblina, las masas de esta sociedad que habitan el mundo lo hacen. Pero, se puede distinguir el hedor del humo de la neblina, tal como podemos distinguir el hedor de aquellos "falsos", "corruptos" o "mentirosos" que intentan camuflarse con las distintas masas. Lo intentan hasta que un hedor más fuerte que el suyo se les pegue y puedan deambular desapercibidos.

Los métodos para hacerlos son ilimitados, pero los lugares donde camuflarse no lo son. Tenemos tres opciones: Los Correctos, Los Incorrectos, y Los Ignorantes. Son grupos totalmente distintos que, a su vez, se subdividen en muchas categorías. Pero una cualidad es la que comparten, y es que todos están hambrientos de poder, no importa de qué tipo, ellos quieren poder para suprimir a las demás clases.

No es malo querer crecer, lo malo es que el crecimiento implica una extinción del mundo y quienes lo habitan, porque el hambre de poder humana es insaciable. Conocemos nuestros límites, pero creemos no tenerlos, y eso es un mal hábito que de generación en generación se ha plagado como la peor enfermedad. La conocen como Egoísmo, quizá.

El mismo Egoísmo que ha hecho crecer a la humanidad...

Luciendo un traje elegante con un largo abrigo negro que le llegaba a las rodillas, el caballero con ojos dorados parado sobre la proa del barco llevó su mano, abrigada en un guante de cuero negro, al cigarrillo en su boca. Al quitarlo, resopló el humo mientras buscaba con su mano libre un cuadernillo en el interior de su abrigo.

Él se volvió a dejar el cigarro en la boca, y al abrir el anotador tomó un lápiz; y comenzó a pasar las páginas hasta llegar a donde había hecho su última anotación. Era una bitácora o especie de diario personal, al parecer.

Él comenzó a trazar sobre los renglones de la hoja, en letra cursiva y en un idioma conocido como "inglés".

"Primero de marzo de 1913 - Hora 7:00 AM del Noreste del hemisferio oriental.
El comienzo del mes es nebuloso y frío, aunque deberíamos estar en primavera, asumo que la estación debe estar algo atrasada, o quizá es la temperatura que hay en las corrientes del océano. Supongo que dentro de unos pocos días el invierno dará sus últimos helados suspiros, o bien la temperatura cambiará en tierra firme.

El viaje desde que partimos de Reino Unido fue muy largo y arduo, sin mencionar que costearlo llevó bastante tiempo. No me gusta mencionarla, pero se amerita decir que la suerte estuvo de nuestro lado al brindarnos a Three, tiene contactos alrededor de todo el Parlamento Europeo. Es un sueño que su fundación pueda ser oficial, pero Three dice que tomará muchos años más, y aún más tiempo nos llevará organizarlo todo.
Lo importante en este momento, es saber que, gracias a ello, hemos logrado contactar con asiáticos que nos extendieron una mano en ayuda, para dar un paso más en esta misión que parece interminable. Gracias a sus esfuerzos, Six y yo logramos abordar un buque de carga desde Filipinas, que transportan alcoholes sin contrato hacia ciudades de Japón; nuestro destino. Es perfecto, saben cómo esquivar los controles fronterizos; no queremos levantar las miradas hacia nosotros tan pronto...

La brújula se ha vuelto loca desde que desembarcamos en India, concretamente en la Capital Bangalore. Apenas apoyamos un pie en sus tierras, la brújula no ha dejado de apuntar al Norte-Noreste, no me caben dudas de que la mayor acumulación de poder está allí en Japón. One tenía razón, al fin y al cabo, parece que nunca se equivoca...