Âmes Sœur [Obikin]

Capítulo I

Un año más tarde como era de esperar la academia no dudó en aceptar a Anakin como recluta después de las pruebas, un pase libre del que se sentía tan radiantemente orgulloso.

Es cierto que no iría tan lejos, después de todo seguía siendo solo un granjero y mecánico en tierra de nadie que definitivamente no podía permitirse enlistarse en los brazos de una base como la que poseía Coruscant; sin embargo, iría a Syndaar, un planeta también ubicado en el borde exterior, pero saldría por primera vez de Tatooine y eso recargaba sus baterías al cien por ciento.

El traje de los reclutas para el cuerpo de pilotos era ligeramente incomodo y se les especificó que debía usarlo desde que despegue rumbo a la base de la academia en el momento que se lo entregaron poco después, confirmado su ingreso, así podía afirmar ya teniéndolo puesto que prefería claramente su ropa de civil.

Su despedida no fue exactamente como la imaginó, aunque eso no fue malo, pues se había preguntado desde un inicio si Cliegg finalmente se mantendría firme a su desacuerdo con dejarlo ir, y en su terquedad se reusaría a decirle al menos un adiós, así que estuvo feliz porque no fuera así, aunque no le fue posible acompañarlo hasta que pusiera ambos pies en la nave.

- Sé que es probable que la comunicación sea un problema, así que prométeme que te cuidarás -. No estaba seguro de si su madre tenía el rostro color rojo por haber esperado bajo el ardiente sol a su lado junto con él y Owen durante tanto tiempo en el hangar o solo como su lado perceptivo se lo susurraba "Está triste, terriblemente triste".

Era probable que esté fuese el veinteavo abrazo que le daba, realmente la extrañaría.

- Me conoces, descubriré alguna forma de comunicarme con ustedes sin ganarme problemas -. Le sonrió para aliviar su preocupación lo mejor que pudo, era algo perfectamente normal, Anakin era su primer hijo y ahora estaba partiendo de casa.

Shmi siempre tuvo que lidiar con la idea de que su pequeño Ani despegaría de su hogar más temprano que tarde, tan segura desde la primera vez que vio sus pequeños ojos azules entre mantas desechas cuando era solo un bebé sin más suerte que tenerla. Su camino no estaba en este planeta y ella no podía interponerse, ya no más.

- ¡Ultima llamada, grupo C! – Escucharon y se volvió a su hermano y madre para una ultima despedida.

- Vigilen que 3PO no se oxide sin mi -. Bromeó antes correr enérgico a las pocas personas que quedaban en la fila de verificación y registro.

"Así que no solo sueñes con aplicar para la academia ¡Hazlo realidad! Tú puedes encontrar una carrera en el espacio: Exploración, flota estelar, o servicio mercante. ¡Si tienes lo que se necesita para hacerlo en el universo envía tu solicitud y únete a las filas del orgullo!" Había escuchado hace dos meses y lo había despertado con un subidón de energía, ahora podía decir que aun cuando no era un particular fanático del imperio, ser piloto siempre había sido su sueño, uno que estaba en proceso de cumplir mientras recibía su tarjeta de recluta imperial después de los controles de revisión.

Su mirada volvió un segundo a su familia, unas manos felices lo despedían en la lejanía. Es ahora o nunca, Se dijo así mismo antes de embarcarse a una nueva oportunidad.

Tatooine no era conocido por recibir en su atmosfera naves de alta gama, por lo que fue sorprendente para él ver el mediano barco que los llevaría lejos, de alguna forma había tenido expectativas bajas con respecto a su transporte, un carguero quizá, imaginó a lo mucho.

Para su sorpresa su grupo, reclutas menores de veintiún años, eran mucho menos que los enlistados que mayormente estaban acudiendo para servicio fuera de campo, no sabía decir si eso era alentador o no.