El Más Grande de Todos Ellos

Capítulo 8: Símbolo de libertad y rojo

Casa de los Parker

Peter sonrió tímidamente a su madre. Ella revoloteaba a su alrededor a primera hora de la mañana entregándole objetos que creía que necesitaba antes de que él se los devolviera inevitablemente. No dejó que se acercara a su mochila -se llevaba el traje porque nunca se sabe cuándo lo vas a necesitar-, pero le aseguró una y otra vez que tenía todo lo que necesitaba antes de detenerla con un abrazo. "Mamá". Le frotó la espalda. "Estaré bien. SHIELD va a estar pendiente de mí todo el tiempo. Eso debería ser suficiente, ¿verdad?"

Mary miró a su hijo como si fuera él el que estaba actuando como un loco. Ella sabía que su hijo no tenía el rango emocional de una cucharilla por lo que su calma ante la situación era extraña. "Te das cuenta de que no queremos tener que dejar que SHIELD te vigile ¿verdad? Tu padre y yo confiamos en Fury por su estelar actuación como agente y amigo, pero eso no significa que creamos que eso deba anular tu privacidad." Ella ahogó un sollozo.

Los hombros de Peter se desplomaron y abrazó a su madre con más fuerza. "Lo sé, mamá. Sé la razón por la que están vigilando y todo". Sintió que su padre, que estaba de pie a un lado, se unía al abrazo convirtiéndolo en un abrazo familiar menos Teresa. "Pero confío en sus capacidades para mantenerme a salvo. Y es sólo por un día. Además, ya sabes que Silver me ha estado entrenando, además del poco entrenamiento que me habéis dado papá y tú, creo que puedo mantenerme en pie si la necesidad lo requiere. Sobre todo hasta que un agente de SHIELD pueda venir a rescatarme". Se apartó del abrazo para mirar a su madre, cuyos ojos estaban llorosos. Hizo una mueca de dolor: "También sé que tú también estás llorando ahora mismo porque soy tu hijo que se va demasiado lejos para que puedas estar físicamente allí y sólo estás siendo una madre." Al ver que ella asentía, continuó. "Así que también sé que mis palabras no están ayudando como yo quisiera". Ella sonrió débilmente, feliz de que él entendiera sus sentimientos al menos. "Pero espero que sepas que te quiero, mamá. Y que volveré".

Mary suspiró. 'Mi pequeño... tan maduro. Y al menos sabe qué decir que parece que me hace sentir segura". Le hizo un gesto a Peter para que se agachara y le besó la frente. "Sé que lo haces. Y sé que volverás". Ella suspiró. "Yo también te quiero Peter. Como has dicho, sólo estoy siendo una madre". Ella le devolvió la sonrisa y observó con cariño cómo abrazaba a su padre.

"Bueno, parece que ya están aquí", dijo Mary cuando un todoterreno negro entró en la entrada de su casa. Se secó los ojos y trató de arreglar su aspecto y el de sus hijos. Viendo que ponían los ojos en blanco pero sonreían. "Bien, vamos a saludarlos antes de que toquen el timbre y despierten a tu hermana. Todavía tiene colegio".

Peter puso los ojos en blanco. "No creo que sean tan desconsiderados". Abrió la puerta principal y salió de la casa. Sus padres le siguieron. Vio como Fury salía del vehículo con Natasha y Val; encontrándose con ellos a mitad de camino.

"¡Buenos días!" saludó Peter alegremente. Fury asintió mientras Val le dedicaba una pequeña sonrisa, Natasha lo miró inquisitivamente antes de asentir y devolverle el saludo: "Buenos días".

"¿Listo, Parker?" Preguntó Fury. Lo que hizo que Peter se marchara internamente. ¿Estaría aquí fuera si no estuviera preparado?

"Sí".

"Richard, Mary". dijo Fury con una inclinación de cabeza, recibiendo otras a su vez, antes de volver a dirigirse hacia el todoterreno y mantener la puerta trasera más cercana abierta para Peter.

El adolescente se dispuso a moverse antes de sentir la mano de su madre alcanzar su hombro para detenerlo. Inclinó la cabeza hacia ella y ésta lo atrajo en un abrazo al que su padre se unió rápidamente, sin decir una palabra. Felizmente sorprendido, no se unió al principio, pero rápidamente alcanzó sus brazos para envolver a sus padres.