CHIP n' DALE [El chico del apartamento 512]

Todo cambió

"¡LOS HÉROES CHIP N' DALE SON TENDENCIA MUNDIAL! Lograron salvar a caricaturas pirateadas con sus talentos, sabíamos que estas 2 ardillas tenían algo especial..."

Chip apagó el televisor mientras se dejaba caer en su sofá. Las últimas semanas después del rescate habían sido muy agobiantes para él, el inmenso calor del verano, fanáticos y medios de televisión en su reja eléctrica intentando descifrar la clave de acceso para acercársele, gente llamándole, incluso las personas de su trabajo mostraban demasiado interés en el, sabía que todo eso era debido a la fama. Millie estaba muy inquieta, ahora ladraba y tiraba las cosas de su casa cada vez que despertaba y veía la multitud afuera. Chip no la culpaba, se sentía igual de inquieto e inseguro, necesitaba irse.

Por su parte Dale estaba en el cielo. Paseaba por las calles mientras brindaba autógrafos siempre con una fila de gente inmensa siguiéndole, grabándole e incluso entregándole comida y regalos. Su vida de súper estrella había regresado, pero sentía la falta de su más querido compañero, extrañaba demasiado tener a Chip de su lado. Así fue como de un día a otro decidió empacar unas cosas y con ayuda de Sonic Feo se dirigió de incógnito a un lugar de departamentos residencial, así se alejaría de los paparazzi y cámaras por unos días y pensaría en qué decirle a su querido amigo.

[...]

La ardilla CGI llegaba al lobby de aquel lujoso hostal que contaba con seguridad máxima y con políticas de privacidad intensas. Estaba en la fila para realizar su registro, mientras que con sus ojos revisaba la estética linda del lugar. Por azares del destino dirigió su mirada cerca de un elevador gigantesco y bajando de a poco la mirada se encontró con una figura peculiar.

"¿Chip...?" Susurró para sí mismo mientras entrecerraba sus ojos para enfocarlo bien, pero otra caricatura interrumpió su visión poniéndose frente a quien parecía ser su amigo y ayudándole a cargar sus maletas hasta un ascensor tamaño jumbo, si aquel era Chip este se veía muy pequeño al lado del botones que le brindaba ayuda. Por más que se apresuró no pudo alcanzarlo, su paso fue impedido por un mozo que buscaba ayudarle por igual con su registro, lo único que pudo fue ver en qué piso paraba... "¿piso 5?" Seguía igual de confundido, ¿Chip estaba aquí o es que solo lo extrañaba tanto que empezaba a alucinarlo?

Una vez terminó su registro le dieron su tarjeta que llevaba el número 500. "¡Perfecto!"  Pensó. Una vez llegaron al piso 5 este dejó que el botones metiera su equipaje a su habitación mientras revisaba con cautela el corredor, en busca de su amigo. "¿No se han registrado en el mismo apartamento?" Una voz interrumpió su investigación mental "¿Cómo ha dicho?" "Si, pensaba que su amigo y usted se registrarían juntos, pero veo que ambos necesitaban privacid-" "¡¿EN QUÉ NÚMERO SE ENCUENTRA HOSPEDADO CHIP?!" Dale interrumpió

El mozo no pudo serle de mucha ayuda, había metido la pata. Sus políticas no permitían hablar de la ubicación de sus clientes y al parecer ambas ardillas no sabían que estaban en el mismo lugar, le fue muy penoso negarle aquella información a la simpática ardilla pero esta no refunfuñó, después de todo era su trabajo. Algo frustrado, la ardilla CGI se encaminó al interior, la pequeña cocina estaba limpia, la sala y hasta la habitación, todo ordenado, la cama se veía suave y "adecuada a su tamaño" tal como la casa de su amigo. Era raro volver al tamaño ardilla cuando siempre tenía una casa gigante para el mismo. Se encargó de desempacar, no se quedaría más de 2 semanas, pero el hecho de que la persona con quien se quería disculpar se encontrara ahí le estaba carcomiendo la conciencia y quería distraerse.

Llegó la hora de almorzar, había estado procrastinando en su pequeño hogar temporal por un largo tiempo, salió sin olvidar ponerle seguro a su puerta, dirigiéndose al restaurante del hostal, no sin antes revisar el pasillo en espera de que aquella ardilla animada saliera de alguna de esas puertas. No tuvo suerte. Bajó por las escaleras buscando perder el tiempo, de nada serviría usar el elevador, además que quería romper su récord personal, aún usaba ese cuentapasos que les fue de gran ayuda para atrapar a "Sweet Pete".
Sacó del bolsillo de su camisa tipo hawaiana su teléfono para revisar la hora. Lo primero que vió fue su fondo de pantalla con una foto de él y sus amigos, su pequeño grupo "Los rescatadores" no quería ponerse nostálgico pero pensó que sería lindo que todos se pudieran reunir alguna vez.
Dejando de lado sus pensamientos y guardando su teléfono, terminó su camino, se encontraba poco agitado debido a la cantidad de escalera habidas en el lugar, y llegó al restaurante, había una larga fila pero podía esperar un poco.