𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟺: ¿𝙳𝚎 𝟶? ¿𝙾 𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚊𝚕𝚎𝚕𝚊?

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Tetsuhiro

En ocasiones anteriores había llegado a considerar qué tal vez el universo tenía alguna extraña obsesión con jugar con él, ya sean malas pasadas ... o extrañas y desconcertantes pasadas. Obvio que en el momento seguro que acababa exagerando. Pero dada su situación actual, los problemas por los que se quejaba antes lo hacían ver a ese tal cual un niño haciendo un berrinche.

¿Qué cuál era su situación actual?.. ni él estaba seguro de lo que estaba sucediendo. Aunque, por fortuna o por desgracia, había logrado plantearse dos hipótesis en la cabeza:

La primera: Por mucho que le costase aún el reconocer esa posibilidad ... Souichi podría estar mal de la cabeza.

La segunda: .. estaba padeciendo la peor venganza imaginable qué, según su propio criterio, pudo haber planeado el mencionado.

Y como muy seguramente podrá imaginar alguien, había una tercera hipótesis rondando por la profundidad de su cerebro pero era tan poco probable -por no decir ridícula-que ni siquiera quería pensar en tenerla en cuenta...

La cruda y posible realidad: Todo lo que habían hablado en el departamento era verdad; Souichi ... o el ser que habitaba dentro de Souichi; no estaba loco ni deliraba sobre nada.

Y en otra vida él mismo había sido, o era, un oso.

Tener en cuenta el último punto probablemente era casi por completo irrisorio y desestimable, pero en esos mismos instantes su cordura estaba teniendo un momento de confusión; similar a estar presente en un reencuentro de un amigo y un ex del mismo ... No sabrías si quedarte a apoyarle con tu presencia, o si sería mejor irte para facilitarles más privacidad.

La sola idea de que fuera posible la existencia de un mundo alterno a ese en el que vivieran ... O viajes en el tiempo ... Le fascinaba, pero también lo aterraba un poco. Y aún, pese a todo lo que estaba acontecimiento, le parecía inconcebible.

Sin embargo ahí estaba : caminando por las calles de la extensa ciudad de Nagoya, compartiendo acera con otras personas que, seguro tenían sus propios problemas, y hasta de peor índole y mayor gravedad que los de él. Pero en su rostro no sé delataba (o eso creía él)

De todas formas ... Había otras cosas de que preocuparse en ese momento. Cómo, por ejemplo, que Souichi se acercaba a oler a cada persona o animal que se cruzaban y tenía que estar atrayendolo hacia si para alejarlo de éstos.

– Sabes - dijo finalmente -, las personas no acostumbramos a ... olernos entre nosotros así como así. Es raro, y por lo general les da miedo que lo hagas.

– Pero yo no soy ...un humano - comentó, algo confundido.

– Quizás no lo seas ... - reconoció para ambos - Pero los demás piensan que sí, y te ves como uno. Así que... yo diría que aceptaras escuchar mis consejos al pie de la letra si no quieres terminar en un manicomio o en un psiquiatra.

– No se que es eso - se encogió de hombros, permaneciendo ajeno a la brutalidad de lo que había implicado el azabache en su advertencia.

El mencionado respiró hondo, tratando se serenarse. Por motivos como aquel era que, ni soñando, trabajaría enseñándoles a estudiantes.

Esos lugares -le explicó con dedicación, haciendo énfasis en "Esos" - son para gente que está muy mal de la cabeza, y que hace cosas muy extrañas que atentan contra el bienestar de las personas; ya sea mental, emocional o físico.

𝑀𝒾𝓈𝓂𝒶𝓈 𝒶𝓁𝓂𝒶𝓈, 𝕠𝕥𝕣𝕒 𝕙𝕚𝕤𝕥𝕠𝕣𝕚𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora