Cap 3. Problemas.

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Hanzel estuvo escuchándome en silencio cada parte de mi historia, sin interrumpirme. Empece a decirle todo desde su comienzo, para luego decirle el motivo de que yo estuviera llorando hace un rato, una que otra vez sus ojos demostraron preocupación y tristeza, a lo que yo le decía que no me mirara así porque no quería ser la lastima de nadie. Las lagrimas salían acortando cada palabra, a veces hasta mi voz se volvía un susurro y Hanzel acariciaba mi mejilla alentándome.

-Eh tratado de olvidar todo eso, pero la vida se empeña en recordarme lo que fui y en lo que me convertí. -Le digo en un pequeño susurro que sonaba más dedicado para mi que para él.

-Esta bien, nena, estoy contigo ahora y juntos podemos sobrepasar todo eso. Así que ahora olvidemos las malas historias y ven aquí que te quiero abrazar. -Dice tomando mi mano, para luego ponerme en su regazo y abrazarme fuertemente. Una sensación extraña me recorre el cuerpo y le correspondo en el abrazo. No eh dejado de llorar ni un solo momento, seco rápidamente mis lagrimas y trato de obligarlas a que no vuelvan a salir.

-Te quiero, lo sabes. -Me aparto ligeramente de su abrazo y lo miro con algo de sorpresa, no es que no me lo haya dicho antes, solo que esta vez se sintió algo extraño que me lo diga en un momento así. El me sonríe, es una de esas sonrisas que se te meten por los ojos hasta llegar al corazón, le devuelvo la sonrisa y cuando estoy apunto de contestarle asalta mi boca con un beso salvaje, apasionado y delicioso.

Hanzel me toma por la cintura para luego hacernos parar del mueble donde estabamos y quedarnos de pie. Vuelve a besarme pero esta vez el beso es más suave y sentido, nuestro cuerpos no se tocan a pesar de la cercanía. El vuelve a agarrar mi cintura firmemente uniendo nuestros cuerpos y hace que nuestras pelvis choquen provocando un gemido por parte de los dos. Amo que haga eso, me hace estremecer. El sigue en su beso ignorando mi estremecimiento, su mano viaja desde mis hombros hasta mi cintura y se detiene hay y luego agarra mi cabello con la otra mano para poner mi cuello a la vista y empezar a besarle, es mi parte más sensible pero con él todo mi cuerpo a cada roce es una ola de sensaciones.

Suelta mi cabello y deja caer sus mano suavemente por mi espalda, como tratando de no hacerle daño a mi piel, roza ligeramente mi culo para luego tomarme por las piernas y hacer que las entrelace en su cintura. Mientras le planto algunos besos en sus labios, él sube las escaleras para llevarnos hasta su habitación.

-Me encantas.- Me dice para dejarme en su cama y besarme ferozmente.

_________________________________6:17 p.m

Abro mis ojos con pereza y lo primero que veo es la sonrisa burlona de Hanzel encima mío. Fue una tarde interesante, le partí la nariz a un niñato, llore como una maría magdalena, hice el amor con mi novio y ahora estoy acostada en su cama, aun con sueño, con mi pecho descubierto y el burlándose de mi por, claro esta, la cara de pereza que creo tener.

-Nena, quisiera seguir teniéndote aquí en mi cama desnuda, sexy y con esa carita graciosa y tierna tuya de pereza, pero tu padre llamo y quiere que vuelvas a casa ya. -Me dice pegando su nariz con la mía.

Me retuerzo debajo de él, dandole a entender que se aparte para poder tomar mi ropa y vestirme. Se aparta riéndose aun y se sienta en la cama, me levanto con la sabana tapando mi cuerpo y me le quedo mirando fijamente, ríe y me devuelve la mirada.

-Aja, cual es la pena preciosa... Rápido que tu padre esta azarado por querer que vuelvas a casa. Creo que tendrás problemas si no te apuras.- Dice con expresión burlona. Suspiro y lo miro seria, es un pervertido. Vamos a jugar su juego.

Aguanto la sabana para que no se me caiga con una mano y con la otra acomodo mi pelo de manera que deje descubierto mi cuello y mi pecho, lo miro con una sonrisa picara y suelto la sabana que se desliza frenética por mi cuerpo. Hanzel entiende a que quiero jugar y se acomoda en la cama estirando su cuerpo, ríe disfrutando el juego. Me paseo por la habitación recogiendo mis prendas ya que a él le gusta tirarlas por todos lados luego de quitarmelas y mientras la recojo agacho dejando mi culo a la vista de Hanzel, ya cuando tomó mi braziel, él coje mi cintura poniendo su erección justo en esa partecita sensible. Me alzo algo sobresaltada pegando mi espalda desnuda a su pecho bien formado.

Soy mi propia luz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora