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Viernes al fin, Louis se encontraba guardando sus cosas en el casillero cuando sintió su ahora diario y fuerte azote en el culo por parte de ese molesto rizado popular de ojos verdes.

-Lindo culo Tomlinson, pronto te lo romperé como tanto deseas- se burló nuevamente junto con su grupo de imbéciles y ahora si, yéndose a disfrutar su fin de semana borracho y con unos cuantos acostones, pensaba Louis.

-Sueñas si crees eso Styles- murmuró cerrando la puerta de su casillero y saliendo también.

En una semana, había pasado de ser "Louis Tomlinson" a ser "El chico al que Styles se va a coger" todo por su propia culpa, fue un imbécil al haber apostado su trasero literalmente.

No le preocupa su trasero, es decir, es gay, y ha tenido relaciones, siempre con los cuidados necesarios, pero ese no es el caso, Harry es hetero y solo se burla de él, el rizado ni de casualidad va a reclamar ese "premio" (su culo).

Le preocupaba haber aceptado esa estúpida apuesta y haber perdido su dignidad frente a toda la escuela, todo por su poco ego y agallas que le jugaron en contra.

Salió de la universidad y se fue directo hacia su apartamento, estaba a unas seis cuadras de lejos y 3 pisos de alto en un edificio hermoso que sus padres habían logrado pagarle.

Cuando llegó a casa, saludó a su perro Spike raza golden y le dio algo de comida, mañana lo sacaría a pasear para jugar un rato. Estaba dándole besos y caricias a su perro cuando su teléfono sonó. Probablemente su mamá o Niall, optaba más por la rubia.

Número desconocido

-¿Hola?-

-Hey. Tomlinson- la voz de Styles quemó sus tímpanos y le colgó al instante.

-Genial- suspiró.

El teléfono volvió a sonar y a sonar.

-¡¿Qué rayos quieres?!-

-No vayas a sentirte tan feliz Louis- rió detrás de la línea -te recuerdo que tienes una cosa que darme- Debería sonar como extorción pero eso no sonó muy hetero de su parte.

Louis se sonrojó, "estúpido, estúpido, estúpido, estúpido" pensó, se estaba poniendo nervioso, como una tonta colegiala.

Al ver que no contestaba, el ojiverde continuó -Tranquilo, no te emociones, esto no viene a eso- iba a continuar pero Louis no se iba a quedar callado ante tal humillación telefónica.

-¿Disculpa? Tú quisiste que apueste mi trasero no yo. El que de verdad aprovechó la oportunidad fuiste tú- intentó hablar lo más calmado posible, escuchando como sus amigos se burlaban de Harry en plena llamada -Que tengas una obsesión...con una parte en específico de mi cuerpo no significa que yo también la tenga contigo, Harry- finalizó y tapándose la boca ante tal atrevimiento, estaba ardiendo en vergüenza por responderle al rizado por primera vez.

Escuchaba como Harry callaba a sus amigos y estos le hacían caso para ahora escuchar que diría él. Tontos.

-Vaya, al final si tenías lengua...me va encantar cuando la uses para mí con el puto favor que me debes- contestó ya algo fastidiado.

-Sigue soñando imbécil, tú jamás me vas a tocar- contestó el castaño sonrojado.

-Hey, tranquilo...estábamos hablando bien y de repente ya querías saber que es lo que te haré cuando te tenga en-...- Louis le colgó y bloqueó el número de teléfono.

Ya de noche, había cenado y había visto una película, estaba lavando su plato y el baldecito de agua de Spike para recargarlo, cuando su perro comenzó a olfatear la puerta y eso le extraño.

Estúpida apuesta (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora