/Día de clases y primeras respuestas... /

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 Era una tranquila mañana en la que desperté y salí de mi habitación a la sala, en donde Aizawa ya estaba levantado y terminando de preparar el desayuno.

Aizawa: ¿Cómo amaneciste? -preguntó con su voz cansada de siempre-.

Mikoto: Excelente, esa cama es mucho más cómoda que la cama de hospital -respondí mientras me sentaba en la mesa y Aizawa servía el desayuno-.

Aizawa: Por cierto, ¿lograste recordar algo?

Mikoto: No, aún no, lo siento -dije apenado-.

Aizawa: Tranquilo, todo a su debido tiempo -exclamó mientras bebía su café-. Hoy será tu primer día de clases, ¿estás seguro de querer ir?

Mikoto: Olvidé quien soy, no toda mi vida -respondí aclarandole que no olvidé como hacer las cosas básicas de la casa o la escuela-.

Aizawa: Ok, está bien -dijo para después mirar el brazalete en mi muñeca izquierda-. ¿Crees que eso tenga algo que ver con tu pérdida de memoria?

Mikoto: No lo sé, quizás sólo sea un accesorio o algo así -respondí mientras comía-. Aunque debo decir que ya me acostumbré, creo que me gusta tenerlo.

Aizawa: Estos jóvenes de hoy...


 Después de desayunar y terminar de arreglarme, me puse mi uniforme y Aizawa me llevó a la escuela en su auto.

 Desde que salí del hospital ya han pasado dos semanas. Dos semanas en que las cosas se pusieron aún más raras siendo que, para empezar, los doctores intentaron encontrar mi registro medico pero se sorprendieron al saber que yo no tenía una como tal. Era como si nunca hubiese existido.

 Segundo, las autoridades por más que se esforzaron no encontraron nada al buscar el apellido Nakadai en la base de datos para saber si yo tenía algún familiar vivo que pudiera hacerse cargo de mi. Debido a eso, Aizawa se ofreció a hacerse cargo de mi personalmente así que ahora aquí estoy, llendo a la escuela en compañía de mi tutor legal.


 Al llegar, tomé mi mochila y me bajé del auto.

Aizawa: Vendré a buscarte en la tarde, que te valla bien.

Mikoto: Ok, nos vemos.

 Bueno, aquí vamos. Mi prider día de mi último año en secundaria. No recuerdo si era un buen estudiante o si tenía amigos, sea lo que sea lo voy a descubrir ahora. De lo que estoy seguro es que no soy un patán que se la pasa molestando a los demás y haciéndoles la vida imposible.

 A todo esto, ¿tendré algún quirk? Estuve tan ocupado estos días tratando de recordar que olvidé ese pequeño detalle. Tenga quirk o no, supongo que eso no importa ahora.

 Entré y me dirigí a mi salón donde, después de presentarme ante todos, dio comienzo a la clase la cual resultó ser ¿entretenida? No lo sé, seguramente solo estaba buscando algo con que distraerme y la clase de historia del profesor me vino bastante bien. Aunque ahora que lo pienso, de no tener todos estos problemas, probablemente no hubiese prestado atención así que supongo que los estudios no se me dan muy bien que digamos.

 Al terminar la primera hora de la clase, salí y me dispuse a buscar la biblioteca para así poder terminar la tarea que habían dejado para no tener que hacerla al llegar a casa y poder tener el día libre. Después de todo, no es como si tuviera algo mejor que hacer en estos momentos.

 Al llegar a la biblioteca tomé los libros que me hacían falta y, tras sacarles varias fotocopias a algunas de sus páginas, volví al salón para estar más tranquilo. Cuando entré me di cuenta de que no me encontraba solo, pues un chico de cabello verde también estaba en el salón.

Yo en Boku no Hero Academia [Remake...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora