Cascabeles

Parte única

El tintineo de los cascabeles que resonaba por cada movimiento de sus manos hizo reír a ambos infantes que agitaban los objetos creando una canción para su compañero.

—Estos cascabeles simbolizan la unión entre el sol y la llama, la danza del dios del fuego es para proteger a quien trabaja con el fuego, esto es la unión que ambos comparten— Dijo Tanjuro a su hijo y al hijo de su mejor amigo.

—Algún día ustedes tomaran nuestros puestos como Pilares— Dijo Shinjuro mientras colocaba su haori sobre su hijo y el pequeño doncel de cabellos burdeos —Pero la unión entre ustedes dos es incluso más fuerte que cualquiera de nosotros— Dijo mientras veía a su esposa con amor.

—¡Prometo siempre cuidar de Kyojuro, porque yo seré su esposo algún día! — Dijo Tanjiro animado mientras agitaba su cascabel junto al de Kyojuro que rio feliz por su compromiso.

—Aun no puedo creer que el pilar de las llamas sea tu prometido — Dijo Zenitsu con incredulidad a su pelirrojo amigo.

—Si ese bastardo quiere propasarse contigo ¡Lo mataré! — Grito Inosuke como de costumbre.

—Ya les dije que fue un acuerdo desde que éramos niños, nuestros padres fueron amigos muy cercanos, aunque fui yo quien se lo propuso — Explicó a sus amigos quienes exclamaron en sorpresa.

Tanjiro solo sonrió intentando calmar a sus amigos, y despues se adentró al tren. Esa mañana habían sido convocados para acompañar al Pilar a una misión tras varias semanas de recuperación en la finca de las mariposas. Aunque debía aceptar que no espero que fuera junto a su pareja, quien seguramente sería el triple de protector que de costumbre.

—Andando, Kyojuro debe estar cerca, puedo olerlo — Dijo con nervios de ver a su prometido tras su desastroso último encuentro.

Aquel en el que ambos tuvieron una acalorada discusión por las acciones casi suicidas del Kamado al pelear contra una luna inferior, misma que fue interrumpida por Shinobu, ya que la chica les pidió "amablemente" guardar silencio ya que no dejaban descansar a los pacientes, por lo que ambos lo dejaron a la mitad o corrían el riesgo de ser envenenados, desde entonces no hablaron.

Cuando estaban a punto de atravesar el siguiente vagón, una muy animada voz resonó con fuerza por el pasillo. 'Delicioso' decía en repetidas ocasiones llamando la atención de varios de los pasajeros incluyendo a los tres cazadores quienes tuvieron diferentes reacciones. El rubio pensó que se trataba de un idiota, el jabalí que se trataba un demonio y, por último, el pelirrojo sonrió al reconocer la voz de su amado, por lo que abrió la puerta rápidamente.

—¡Delicioso! — Exclamó con entusiasmo un apuesto rubio de puntas rojizas quien comía abundantemente.

—¿Ese es el Pilar de las llamas? — Cuestiono Agatsuma incrédulo de la imagen del rubio.

El pelirrojo asintió con algo de nervios e ignorando el desastre que el jabalí causaba se acercó al rubio que al verlo suavizo su mirada invitó a su prometido a sentarse a su lado. Un incómodo silencio se tornó alrededor de ambos amantes, ninguno sabia como iniciar la charla. Mitsuri y Kanae les dijeron un par de consejos, más no sabían por donde comenzar.

—Kyojuro yo... quiero pedirt- — Cuando quiso terminar la oración unos cálidos labios atraparon los suyos en un suave beso.

—Soy yo quien debe disculparse, fui un tonto al no escucharte mi girasol — El Kamado sonrió al oír el apodo que su pareja le había puesto desde su infancia.

—Te amo tanto mi llama — dijo con un sonrojo el menor al mayor que igualmente se sonrojo.

Tras acabar de cenar y que Kyojuro les explicara un poco la situación a sus amigos, permaneció hablando con su pareja quien lo abrazaba por los hombros atrayéndolo a su pecho, ambos hacían sonar los cascabeles en aquella canción que crearon y sin darse cuenta de esa misma forma se quedó dormido.