Cada día era simplemente más invivible, siempre parecía estar más oscuro, sentía como una niebla que no parecía provenir de afuera, si no, de adentro, cubría mis ojos, era altamente espesa y pesada, oscura.. una venda que cubría la realidad o tal vez... la mostraba.
Dias sencillamente soleados, pero yo los veía llenos de lluvia y de penumbra.
Había gente, mucha gente afuera, disfrutando y riendo.¿Riendo por qué?
¿Por qué ellos pueden reír y yo no?.
¿Qué es lo tengo hacer?
¿Que deuda debo pagar para salir de este agujero sin fondo que consume mi ser?.¿Cuánta sangre y lágrimas más debían derramarse para poder llegar a la tranquilidad de mi mente?
Ese sentir, una perforación sin fin en el pecho sin razón aparente de ser o aparecer.
Duele, duele mucho, siento como quema sin reacción externa pero un vacío interno que sentía derretir poco a poco con solo pensamientos sinfín.Manos frías, cuerpo frío, es decir ningún manto de calor que cubriera mi cuerpo lleno de tambaleos e inestabilidad para quedarse despierto.
Hacía falta algo, mi vida no tenía ese complemento que debía darme la motivación de seguir adelante, no podía contar conmigo misma, yo ya era ajena y completamente desconocida a lo que era estar presente.
Habían personas, muchas personas aquí, sabia que estaban pero no lo sentía realmente.Quería descansar, pero ¿de qué?
Estaba simplemente cansada de existir, qué hacía yo aún aquí?
¿Cuál es mi propósito de vida?Todos los días se basaban en lo mismo, eran rutinas inquebrantables y repetitivas hasta el cansancio, vivía a través de mi celular, mi lugar seguro era estar en el.
Mi cuarto se sentía solo y vacío, habían papeles llenos de sangre derramada por todas partes, hojas rotas, vibras pesadas, olía a necesidad, olía a dolor.
El celular necesitaba ser cargado por la energía de un enchufe eléctrico y yo tenía que ser cargada por la energía de mi dispositivo eléctrico, mi celular.
Tenía una vida, una vida completa e ideal en el, una fantasía, tenía vida social y algo por que vivir.
Pero si éramos realistas nada era tangiblemente real, pero no me importaba, quería tener con quien hablar y de que reír aunque fuera temporal.Pero en el internet no es solo lo que parece ser, es un lugar completamente profundo y lleno de miles de riesgos, de personas, de individuos enfermos que ni siquiera merecen ser llamados seres humanos.
Hay cosas que pueden cambiar tu concepto de vida y perspectiva que puedes llegar a tener de ella, porque definitivamente, la vida no es como la plantearon cuando éramos niños y la adolescencia no es el sueño fantástico como lo venden las películas estadounidenses.
No, no todo tiene un final feliz, de hecho es muy difícil que lo tenga.Realmente quisiera no sólo nombrar lo malo, y no digo todo por completo, quisiera ver algo positivo en aquel entonces, pero no había nada que pudiera cambiar mi desanimada y asqueada perspectiva real del mundo.
Por más difícil que pueda llegar a ser sincero consigo mismo en situaciones en las que preferimos cegarnos las cosas no van a dejar de ser lo que son, con tal crudeza y miseria contenida en cada pequeño concepto claro que analizas de tus amarguras.
La soledad y tristeza pueden llevarte a varias medidas desesperadas de encajar, cueste lo que cueste.
Porque, ¿qué valor tiene alguien como persona si no tiene con qué clasificarse o definirse?
Sabes que si desapareces, la tristeza ajena sería crudamente temporal y artificial, dime qué hiciste para merecer el crédito de quedarte? Si te vas.. Estás dejando el cielo o el infierno?.
Si no haces nada para mejorar al mundo como tal, una persona menos no significa mayor cosa.
De ahí parte mi historia.
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¿𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑜 𝑜𝑏𝑠𝑒𝑠𝑖𝑜́𝑛..?
Teen FictionUn romance adolescente confuso, pero adictivo. María conoce a su futura pareja por internet, pero la distancia no será el único obstáculo que se interpondrá entre ambas, una historia cruda, realista, y sincera.