Cada día tenía la misma rutina, no había nada nuevo, vivo una historia actualmente en tiempo presente pero se siente en pasado.
Todo esto ya lo viví, ¿Qué sentido tiene todo esto?
Me paso más del tiempo que puedo recordar en el celular, es decir paso la mitad de mi día viviendo una vida ajena a través de el.
No tengo amigos.
¿Amigos?... ¿Qué son los amigos? Son simples personas que se hacen llamar tus conocidos de confianza pero en el momento menos esperado llega la traición y muestran su cara real.
No tenía, ya había pasado por eso.
Dolió, dolió ver cómo cada persona pisoteaba tu confianza como una hoja ya marchita tirada en el parque en otoño.Por un tiempo no los echaba de menos ni un poco, pero empecé a quedarme sola.
Bien si, tengo espacio personal y paz..
Pero las tardes eran infinitas y no tenía nada que hacer, tenía tareas pendientes pero no tenía ni cerca la idea o iniciativa de hacerlas.
Miraba mi techo blanco y alto con atención hasta quedarme dormida o simplemente agarraba mi celular para escuchar música.Tenía un número y podía chatear, pero nadie lo hacía, nadie quería hablar conmigo ni yo con nadie.
Realmente no tenía ganas de hacerlo y menos con cada conflicto que causaba tener la compañía de dichos ajenos a mi, y que de paso me hicieron la vida de cuadritos.
Faltaba algo, las cosas eran raras, siempre tuve un sinfín de amistades pero no conozco ni una en la que me haya ido bien.Si no tengo nada que hacer.... ¿por qué mejor no soñar un lugar donde pueda ser feliz?
Vivía riendo sola, llorando sola, comiendo en completa soledad ¿qué me quedaba por hacer?.Primero, no tenía idea de qué hacer para distraerme así que, ver series me pareció interesante.
Comencé por 1, luego iban 3, luego 10... Cuando las veía simplemente me sentía alejada de lo real y centrada en un mundo donde yo SI quería estar.
Cada que veía algo nuevo de mi agrado, me ponía a decorar mi cuarto, esto a mamá no le gustaba pero sabía que esto era mejor que encontrar nuevas marcas desconocidas por su causa, en mi cuerpo y sangre derramada por la cama o el piso.
Sin embargo; con el tiempo, esto dejó de ser suficiente para mí. Me esforzaba al máximo pero mi mente no daba para pensar en materias académicas cuando claramente no sentía nada más que dolor.
Mis notas decayeron muy notoriamente, yo era la alumna con el segundo mejor promedio de clase pero luego, mis notas pasaron a ser 7, 7 y 7 y más 7. Mis padres eran muy estrictios con las notas por lo cuál, esto claramente los disgustó mucho. Empezaron a gritarme, a darme su decepción y darme un trato diferente.
Empecé a decirles parte de la razón por la cuál se me complicaba tanto volver a subir mis notas, no me sentía bien, me sentía tan agotada emocionalmente pero ellos pensaban que todo esto no eran nada más que puras excusas que yo inventaba para jutificar mi decaimiento lectivo.
En el colegio sufría cierto acoso, sin embargo este no era nada comparado al que sufrí en la infancia.
Era alumna nueva en el colegio. Y No. Este no era el típico cliché de la niña nueva que era tímida y luego se vuelve popular y todos se enamoran de ella como en las pelis, de hecho me hubiese gustado de cierta manera que hubiese sido así o de hecho, al principio parecía ese ser el panorama.
Al Principio si era una cierta sensación popular al ser la nueva, pero ser aquello conllevaba más mierda de con la que podía lidiar.
No sabía que de cierta manera, aun que no haya sido la más traumática de mi vida si me marcó, digo, me han pasado cosas mucho peores y con "mucho" me refiero a muchísimo. Pero en ese entonces empecé mi etapa pre-adolecente a los 13 años de edad y las cosas me hacían mucho daño, mis hormonas empezaban a acelerar y alborotarce,empezaba a preguntarme quién soy y por qué estaba aquí o más bien.. por qué es que seguía ahí.
ESTÁS LEYENDO
¿𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑜 𝑜𝑏𝑠𝑒𝑠𝑖𝑜́𝑛..?
Novela JuvenilUn romance adolescente confuso, pero adictivo. María conoce a su futura pareja por internet, pero la distancia no será el único obstáculo que se interpondrá entre ambas, una historia cruda, realista, y sincera.