"Ich hasse dich" (Third Reich & Alemania)

- antes de nacer.

— Third, antes de tener a su pequeño retoño, se había abierto totalmente al soviético, en un  principio, su relación fue dulce y pura. Como cualquier otra, pero después, fue tomando otro punto, uno más horrible y cruel, la ambición de poder de parte del Alemán, hizo traicionar a aquel que alguna vez, amo puramente como nunca lo había hecho antes.

— Estuvieron mucho tiempo juntos, y prometieron siempre estarlo, sin importar que, siempre se amarían. Al final, esas promesas, el viento se las llevó, lejos, sin retorno alguno.

— El soviético, se sentía profundamente traicionado, lleno de rabia, rencor e impotencia. No podría llegar a third y golpearlo en la cara por toda la mierda que prometió y fallo. Entonces, ¿Cómo podría él, desatar y calmar su furia?, así es, con su retoño, Alemania, y también, su segundo retoño, Ucrania. Hijos de un amor que ahora está extinto, con el tiempo, fue empezando a odiarlos, eran seres totalmente ajenos al odio y problemas de sus padres, pero obviamente, eso, el soviético nunca lo entendería.

— ”Ich liebe dich!”, eran palabras que ahora están vacías, vagando en los recuerdos del mejor amor para el ruso. Obviamente, nunca lo olvidaría, no podía creer que el chico con que juro casarse en cuanto el matrimonio igualitario fuese legal, ahora, ese mismo chico, quería verlo muerto, y viceversa.

— Su retoño, Alemania, paso a manos del otro Alemán, y Ucrania, paso a sus propias manos, viviendo juntos con sus medios hermanos, Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, etcétera...

— El soviético odiaba a sus dos retoños, productos del extinto y ardiente amor que alguna vez, le hizo feliz eternamente. Tenía suma marcada preferencia por Rusia, retoño del amor de una mujer y el soviético. Ella murió, aplastada por un tanque Alemán, frente a los ojos del soviético. Otra vez, había perdido a quien más amaba.

— Bielorrusia, Kazajistán, etcétera, habían sido productos de la descontrolada lujuria que siempre aquejaba al soviético desde que la adolescencia tocó la puerta.

— Él siempre había sido un chico alegre, en comparación con el alemán. Él sabía que su ex chico amaba el chocolate, los perros, y el arte... Todo cambio desde que el Imperio alemán, el padre de third, perdió la guerra y fue sometido a un duro Tratado. Eso le dolió, vio con ojos cegados de furia esa injusticia cometida contra su pueblo, como si fueran ratas, fueron apartados de todo. Otro duro golpe para él, fue el no haber sido aceptado en Bellas Artes, esa fue la gota que derramo el vaso. El soviético siempre se mantuvo a su lado, sin importar que.

— Third siempre había sido ambicioso y sediento de poder y territorio, igual que sus antepasados. Cosa que fue por terminar la historia de amor de los dos, y dar comienzo a una de odio.

— Alemania era aún un niño, siempre recibía golpizas, insultos, y cualquier tipo de abuso. Eso empeoró tras la muerte de su abuelo, el Imperio. Aquel Imperio siempre protegía a su Nieto, del monstruo de su propio padre. Alemania lloro al perderlo, lleno de dolor y tristeza, y también miedo, por que no podría volver a defenderse más.

— Third, sentía tanto odio por él, igual que por el soviético. Así como el soviético por Alemania y third. El retoño sólo quería jugar en paz, libre de sufrimiento en los campos de trigo. Él solía llorar, causa del dolor físico y emocional que le causaban. Vivían separados, la crueldad de third y la ausencia de URSS le dolía.

— Solía ser castigado en un sótano, sin luz alguna, ni comida ni agua. Incluso por dos días, a pesar de las súplicas del pequeño alemán de no ser encerrado ahí, suplicando que lo golpeara, pero que por favor, no lo encerrara. El pequeño tenía miedo a la oscuridad, como cualquier niño de su edad, al final, ese castigo termino por hacer un miedo inofensivo y temporal, a uno horrible y crónico. Llegando a causar ataques de pánico en la edad adulta del mismo.

— También solía ser azotado, con la primera cosa que su padre encontrase, sin importar que. Su cuerpo quedo profundamente marcado, visible e invisiblemente. Dolía, mucho, pero si lloraba más, le azotaria el doble. A pesar de todo, su alma siempre fue pura, lo amo, quería mucho a su padre, y estaba feliz de estar con el, pero con miedo. Era demasiado inocente y puro, como un Ángel, como para sentir odio.

— Eso es sólo de los pocos castigos que, perturbaron a Alemania día con día.

— Ucrania, no la paso mejor a manos de su parte soviética. Cuando era niña, fue abusada sexualmente por un tipo, que había aprovechado su fragilidad al ser aún pequeña. No pudo verle la cara, y su padre, sólo la golpeo y acusó de que ella misma era la culpable de lo que le paso, por ser una "zorra", teniendo apenas 14 años recién cumplidos, palabras que retumbaran hasta el fin de los tiempos por la cabeza de la ucraniana. Ese abuso, termino en embarazo, teniendo todavía 14, dio a luz, un parto sumamente doloroso y tardado. Era sólo una niña, quedó demasiado débil, física y emocionalmente después de eso. Pero tenía que sobre llevarlo, su padre no la apoyaría, nunca lo hizo, ni antes, ni durante, ni después del embarazo que ella nunca deseo. Tenía que seguir adelante, con el amor de su medio hermano, Rusia, a comparación de su padre, él era un ruso bueno, con el siempre tuvo un hombro donde llorar.

— Ella creció, sus retoños también, decidió que a pesar de que, ella no los hubiese deseado, no repetiría el mismo ciclo que su padre con ella, ahora, eran Seres vivos, fuera de su vientre, pueden sentir dolor y tienen sentimientos, ellos no tienen la culpa, ni ella. Crio a un par de gemelos, los dos chicos, para que fuesen unos verdaderos hombres, con sentimientos y valores. No los estúpidos pensamientos homófobos y machistas que su progenitor deseaba imponerles. Con el tiempo, ella fue encariñandose con sus retoños, los quería, mucho. Y ellos a su madre, ellos no tenían idea de que no habían sido planeados y son hijos de una madre que nunca pidió serlo siendo una niña todavía.