VII: ¿Reencuentro?

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13 de junio, 2027.

— Bien, estaré allí en cinco minutos. – Dió por finalizada la llamada y se encaminó hacía las salas donde se encontraban algunos criminales.

Al llegar, uno de sus compañeros le entregó unos papeles, con la información sobre, en este caso, la criminal que se hallaba dentro de la habitación.

— Así qué... White Wolf, ¿uh? – Miró a su compañero con una ceja levantada. — Esto será difícil, Matthew.

Antes de entrar al cuarto, suspiró, el nerviosismo la carcomía por dentro, después de trece años volvería a ver a aquella chica que logró sacarle varios suspiros.

Luego de unos segundos más tratando de relajarse, se adentró a la habitación y cerró la puerta de un portazo.

— Vaya... miren a quién tenemos aquí, White Wolf, o más bien... Lee Siyeon. – Se sentó frente a la rubia, cruzándose de brazos y con el ceño ligeramente fruncido.

Tomó los expedientes de la alta, comenzando a leerlos.

— "White Wolf, apodo dado por sus socios por ser una asesina limpia, cuidadosa, ágil y perspicaz a la hora de asesinar...", Bla, bla bla. – Con fastidio rodó sus orbes, dando una pausa antes de continuar leyendo. — ¿En serio, esconder tú identidad con un "apodo"?, Hoy en día los asesinos utilizan su nombre real, Siyeon.

Sin mucha importancia de su parte, la rubia solo se encogió de hombros, sacándole un suspiro a la castaña.

— Asesinato, hurto, asesinato... ¿Acaso no te cansas de matar gente? – Murmuró con pesadez y continuó revisando los papeles. — ¡Oh!, este es bueno, asesinato al jefe de la cámara de senadores del gobierno de Corea del Sur, así que, estás aquí por ésta causa, llegaste muy lejos, Lee.

Siyeon solo se limitó a observar cruzada de brazos a Bora, con una sonrisa ladina se acercó con lentitud hacía la mesa, para así quedar frente a frente con la castaña.

— ¿Piensas decir algo, Siyeon?, sabes que estoy esperando información sobre este caso.

Un suspiro resonó en toda la habitación, haciendo tensar a la más baja y levantarse de su asiento.

— Bora...

— Habla, Lee, todo lo que digas será usado en tú contra ante el juzgado.

— Como sí no lo supiera... – Susurró.

Sin inmutarse, Bora se acercó a Siyeon por detrás, soltando un suspiro cerca de su oreja, tensando así a la rubia.

— Tienes tres minutos para abrir la boca, sí no lo haces...

— Bien. – Gruñó con la paciencia al límite. — Mafia coreana, la misma que Choi SeungCheol, Su lider es Kim Hongjoong y su mano derecha, su esposo, Park Seonghwa. Ellos me contrataron para asesinar al jefe de la cámara de senadores, un... pequeño pero grande ajuste de cuentas.

Se removió en su asiento algo fastidiada, con el ceño fruncido y aún de brazos cruzados, eso hizo sacarle una pequeña sonrisa de satisfacción a Bora.

— Continúa.

— Ese ajuste de cuentas, por lo poco que sé... – Hizo una pequeña pausa, impacientando a Bora mientras la alta le daba una rápida mirada. — El jefe le había comprado algunos paquetes de droga a uno de los integrantes de la mafia, específicamente, a Choi San, sobrino de SeungCheol.

— ¿Cómo hiciste para asesinarlo?, ¿Cómo te infiltraste y qué indicaciones te dieron? – Rodeó la mesa para volver a sentarse frente a Siyeon nuevamente.

Siyeon no contestó, solo se quedó quieta en su lugar y sin decir ni una palabra, eso comenzaba a molestarle a Bora.

Sin pensarlo dos veces, tomó del cuello de la camisa de la rubia y la acercó a ella, quedando tan cerca que sus respiraciones chocaban.

En otro de los casos, eso hubiese sido excitante no solo para Siyeon, sino también para Bora, pero ésto era totalmente diferente a una situación sexual, era de uno de los casos más importantes en toda la República de Corea y ella era la encargada de resolverlo.

Tenía que resolverlo a toda costa, su puesto como jefa en el cuartel forense estaba en juego y no permitiría que nada ni nadie se lo arrebatara.

Siyeon sonrió con sorna, sacando a una perdida Bora de sus pensamientos y ese pequeño transe en el que estaba.

Carajo, ¿En serio sus sentimientos tenían que florecer nuevamente ahora?

¡Se quedó como una idiota mirándola a los ojos!, y no solo eso... ¡También a sus labios!

Mierda y más mierda.

Bora concéntrate, todo ésto depende de ti.

Carraspeó soltando bruscamente a la rubia, sin mirarla se levantó de su asiento y se dirigió hacía la puerta, antes de irse, musitó:

— Hemos terminado, por ahora, ¿Necesitas algo, Lee?

Al no obtener respuesta, salió rápidamente del cuarto, cerrando la puerta tras sí mientras se apoyaba sobre ésta, con las mejillas más rojas que un tomate.

¿¡En qué estaba pensando!?

— Carajo... – Murmuró entre un suspiro, cerrando sus ojos por un momento. — Esto va a ser difícil, Kim, tienes que concentrarte.⠀

*
Heeeeeey, ya estoy de vacaciones. no actualicé la semana pasada porque me enfermé :(, pronto vendrán más caps.
Espero que les guste y ahora sí, la verdadera historia comienza.
no olviden votar y comentar, me ayuda un montón.
nos leemos <3

𝗧𝗛𝗘 𝗪𝗢𝗟𝗙 𝗜𝗡 𝗦𝗛𝗘𝗘𝗣'𝗦 𝗖𝗟𝗢𝗧𝗛𝗜𝗡𝗚 (pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora