𝐠𝐞𝐦𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐡𝐮𝐚𝐧𝐠 𓂅 𝐫𝐞𝐧𝐦𝐢𝐧

03

JaeMin se encontraba metido entre papeleo, pero la realidad era que no podía poner completa atención a todos aquellos papeles. Había pasado una semana desde su cita con los gemelos y podía jurar que esos mocosos le habían puesto algo en la bebida, porque no podía entender como no los follo esa misma noche.

Bueno, en realidad podía entenderlo un poco, esos gemelos eran tan ocurrentes, tan divertidos e interesantes, no pudo evitar simplemente hablar y hablar por horas en el restaurante. Eso claro hasta que su madre lo llamo por teléfono preguntando por los gemelos porque al parecer los señores Huang estaban preocupados por sus hijos, no se dio cuenta de que tan rápido pasaron las horas y gracias a eso ya no pudieron hacer nada de lo que había planeado para después de la cita.

Pero le había gustado, había conocido más de los gemelos, como que RenJun tenía varios tatuajes pequeños y uno grande en sus costillas. En cambio InJun le gustaba más teñirse el cabello de colores pasteles, pero no tanto los tatuajes porque eran dolorosos. Aunque ambos si tenían varios piercings en las orejas y en otros lugares que no le contaron pero que más adelante le mostrarían.

Además de la música. No era secreto para nadie que JaeMin amaba la música, tocaba el piano desde niño e incluso había aprendido a tocar la guitarra. La música era ese escape que necesitaba cuando la carga de la empresa era mucha, por eso cuando escucho que los gemelos bailaban, se emocionó aún más.

Porque claro, el pole dance o las telas acrobáticas eran bailes que desprendían sensualidad y que eran usados muchas veces para seducir, pero JaeMin entendía que los gemelos no solo practicaban esos bailes por esa razón, también lo hacían por amor al arte y JaeMin les dio la razón, porque ese tipo de bailes requieren mucho entrenamiento y precisión, no lo demostró pero realmente se siente emocionado por verlos bailar.

—Hyung —saludó su hermano menor mientras entraba a su oficina con varios papeles.

—¿Qué quieres? —cuestionó de manera seria.

—Oh vamos, no es mi culpa que tengas que revisar todo esto — señalo la montaña de papeles— De hecho me sorprende, siempre eres rápido.

—No puedo concentrarme —soltó al fin con un gran suspiró— Así que deja los papeles y vete, gracias JeNo.

—No puedo irme así —negó sentándose frente a él— ¿Cómo es eso de que no te puedes concentrar?

—No te incumbe —gruñó.

—Oh vamos —exclamó — ¿Es por los gemelos? ¿Ya te los follaste?

—¿Cómo puedes hablar de esa manera tan impropia conmigo y cambiar con nuestros padres? —cuestionó asqueado.

—Tú hablas peor cuando te reúnes con Mark hyung y Sung hyung – reclamó con la ceja alzada.

—Ugh, en realidad no me he acostado con ellos —soltó con pesar.