extra uno: marcas

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La habitación estaba completamente llena de feromonas, tanto de alfa como de omega. Ambos omegas jadeaban encantados ante la fuerza de las embestidas. De hecho quien más disfrutaba era InJun puesto que era embestido con bastante fuerza y rapidez, mientras RenJun simplemente disfrutaba del dildo que su hermano metía y sacaba de su entrada.

Después de un rato cambiaron de posiciones, esta vez era RenJun quien estaba encima de JaeMin, subía y bajaba con fuerza, perdiéndose entre el placer que le provocaba tener el pene del alfa tan dentro suyo. Mientras tanto InJun le practicaba sexo oral, mientras el alfa lamía con gusto su ano, saboreando ese dulce sabor que provenía del lubricante natural del omega.

Sin embargo, esa sería la cuarta vez que se corría en la noche y poco a poco sentía que se agotaba. Necesitaba con urgencia formar el lazo con su alfa, lo necesitaba tanto.

Ese día había sido su boda, habían hecho una gran ceremonia, había sido como todo un cuento de hadas, justo lo que los gemelos deseaban para un día así.

El día había comenzado entre carreras, los gemelos se prepararon de pies a cabeza, habían escogido trajes hermosos que se acentuaban bastante bien en sus figuras. Ellos iban de blanco y su alfa de negro, muchas personas criticaban aquello, debido a que era demasiado cliché y otras tantas hablaban sobre lo aburrido que era que usaran trajes.

Pero a ninguno le importó mucho las críticas, porque había sido su boda. La boda que los gemelos habían soñado tener desde que tenían cinco años y habían descubierto el álbum de fotos que contenía todas las fotos de la boda de sus padres.

Como bien habían dicho, ellos tres amaban el cliché, pero no el cliché tonto que era siempre igual. No, ellos tenían su propia noción del cliché que les gustaba. Por ejemplo, su padre alfa los entregó y ellos usaron trajes blancos.

Sin embargo, la boda había sido en un lugar significativo para el alfa. Había sido en la mansión de la familia Na, una que tenían en Jeju y que parecía un castillo. El jardín había sido bellamente decorado con colores entre el rojo, el rosa y el blanco, de hecho, todo estaba en algún tipo de degradación hasta llegar al blanco.

A pesar de que tenían a dos revistas a cargo de la exclusiva, los invitados no habían sido demasiados. Tal vez alrededor de cien personas y eso que tal vez fueron menos, a ellos no pudo importarles menos.

Lo que más le había gustado a los gemelos no había sido la ceremonia en sí, si fue bonita y todo, pero cuando llego el momento de celebrar su primera noche como esposos. JaeMin no había decidido arreglar una habitación dentro de la gran mansión, no.

JaeMin había arreglado una pequeña cabaña a una buena distancia de la mansión, justo donde había un lago. Sí, al parecer los claros eran algo habitual en JaeMin y no podían evitar amar aquello.

La cabaña había sido una gran idea, porque los gemelos no tuvieron que contenerse, simplemente disfrutaron, se movieron de lugar, lo hicieron en distintas posiciones y en distintos lugares. Llevaban tres orgasmos cada uno y, por lo tanto, sus leones estaban muy en la superficie rogando por la ansiada marca.

— ¡Alfa, ya es hora! – gritó RenJun al sentir una estocada justo en su próstata – Por favor, por favor dame tu marca – suplico y InJun simplemente sonrió complacido alejándose del alfa

— ¿Listo? – cuestionó JaeMin con una gran sonrisa relamiendo sus labios

— ¡Si! ¡Oh sí, por favor! – suplico acercándose bastante al rostro del alfa

JaeMin simplemente lo beso y tomo el control de las embestidas. Ya no había ritmo, simplemente eran estocadas fuertes y duras, hasta que el nudo creció, ambos se corrieron pero JaeMin mordió el lado derecho del cuello de RenJun, formando el primer lazo.

Los tres leones lo sintieron, RenJun y InJun tenían su propio lazo como hermanos, ahora estaba ese otro lazo que era con JaeMin, uno visible para RenJun y apenas visible para InJun.

Después de haber lamido la mordida, el nudo poco a poco se desinflamo y un desesperado InJun simplemente montó al alfa. RenJun estaba tan cansado que simplemente se acostó al lado mientras con una de sus manos ayudaba a acariciar el pene de InJun.

La diferencia entre RenJun y InJun al momento de llegar al orgasmo era que, RenJun disfrutaba mucho más de la penetración, por lo que no necesitaba tanto el tocarse a sí mismo, preferia correrse solo sintiendo las penetraciones de su alfa. Mientras InJun si necesitaba ese segundo estímulo, por eso era usual que fuera el segundo en ser anudado, porque de esa manera RenJun podía ayudarlo al masturbarlo.

Después de varios minutos en los que estuvo saltando sin parar, los ojos del alfa volvieron a tornarse de un color azul bastante claro, dejando ver que su león estaba muy en la superficie. Los colmillos volvieron a crecer, al igual que el nudo y sin esperar demasiado mordió a InJun del lado izquierdo.

InJun llegó con un fuerte grito y pequeños espasmos, JaeMin se encargaba de mantenerlo en su lugar mientras lamía la mordida.

Los tres suspiraron felices, más de lo que ya estaban ese día. Ahora finalmente estaban unidos, no solo frente a la ley gracias al papel que firmaron. Ahora también tenían un fuerte lazo, uno que ambos gemelos percibían y que JaeMin también sentía. Sentía la felicidad de sus dos omegas, y ellos podían sentir la felicidad de su alfa.

— Los amo tanto – murmuró al sentir como InJun se recostaba al otro lado

— Nosotros también... te amamos, alfa – contestaron ambos bostezando

Ahora nada ni nadie podría separarlos, porque se pertenecían entre sí, se apoyaban, se amaban y se respetaban. Nada ni nadie lograría romper la confianza entre ellos tres.

𝐠𝐞𝐦𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐡𝐮𝐚𝐧𝐠 𓂅 𝐫𝐞𝐧𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora