PROLOGO

6 0 0
                                    

Una noche oscura y fría me acompañaba en la oscuridad del bosque del pequeño pueblo, Slice.

Desperté aquí hace aproximadamente unos diez minutos, estaba confundía pero sabía que él me había traído hasta aquí, como castigo.

Normalmente sus castigos eran cosas como beber mi sangre o, estar sin hablarme durante unos días o desaparecer por completo y volver al mes, pero nunca había sido algo como esto, que a comparación con los otros es horroroso. Aún más por que puedo escuchar los aullidos de una manada de lobos a pocos metros de aquí.

No entendía por que hacía esto, ni si quiera hice algo mal, yo solo salí de fiesta con mi nueva amiga... Igualmente creo que no es por eso por lo que se ha puesto así.

Si no por que me follé al primer chico que encontré.

—Jacob se que estas por ahí, de veras los siento— Mentí, no lo sentía para nada, y menos en estos momentos que estoy enfadada con el— Llévame a casa ¿Vale? Sabes que me dan pánico los bosques, y aún más este...

Aún no había superado lo que me paso en este bosque, cada vez que me acerco si quiera unos metros me llegan todos los recuerdos de aquella noche.

Gritos...
Sangre...
Mucho dolor...
Un hacha...
Un hombre enmascarado...

"No voy a dejar que me veas, Janet. Hiciste algo muy malo, sabias que me perteneces y aun así lo hiciste, conocías las reglas..."

Otra vez se esta metiendo en mi mente para hablarme...

—¡No te pertenezco! Ya basta, llevas casi tres meses diciéndome lo mismo, ¡Y solo nos conocemos desde hace cuatro!— Grite tanto como pude, el aire me comenzaba a faltar y ya me estaba agobiando mucho el echo de estar aquí.

—Sabes que me perteneces, eres mía desde que me dijiste aquello, ¿O es que ya se te olvidó?— Escuche su áspera voz, intenté encontrarlo pero no estaba por ninguna parte— "Me da igual lo que hayas hecho, Jacob, siempre te voy a querer"— Imito mi voz.

—Estaba borracha joder, ¿Es que tú tampoco recuerdas tu respuesta? "Yo no te quiero, Janet, solo estoy aquí para matarte y cumplir mi misión, después de eso desapareceré de tu vida"— Me reí secamente— Es irónico, ¿Sabes? Por que aquí sigo, respirando, y tú no quieres matarme.

—Ya te dije por que quería hacerlo, y ahora es más que obvio que no lo voy a hacer, por que ya me perteneces, no me gustaría matarte mientras me perteneces.

—¡Te he dicho que no te pertenezco!

Esta vez tardo unos segundos en responder, pero cuando lo hizo, ya estaba pegado a mi espalda, cogiendo mi cintura y respirando en mi cuello.

—¿De verdad? ¿Tengo que recordarte todas las noches que pasamos juntos... en tu cama?

—E-eso no tiene nada que ver, me acosté con muchos otros hombres y no les pertenezco.

—¿Me estas comparando con unos humanos insignificantes? ¿Crees que estoy al nivel de esos simples mortales?— No respondí nada— ¡Responde!

—No... Tú eres mejor.— ¡Mierda Janet! ¿Que haces?

No quería responder eso, me negaba rotundamente, pero sentirlo a escasos centímetros de mí hacía que viajase a otro mundo, todos mis sentidos se alteraban y el corazón me latía cada segundo mas fuerte. Odiaba la sensación que el me hacía sentir.

—Podrías haberte hecho de rogar un poco más, ¿No crees?— por el tono de su voz sabía que una sonrisa sadica se hacía presente en sus labios— Pero me alegra que no lo hayas hecho, ahora ya sé que eres mía completamente, y ya puedo hacer esto...

No sabía a qué se refería, no hasta que note sus fríos y afilados colmillos clavarse en el costado de mi cuello. Resquemaba como si me estuviese quemando viva, no se comparaba nada al dolor que daba morderme en el brazo por ejemplo.

Cada vez succionaba más y más sangre, no sabía cuánto tiempo llevaba ya, pero empecé a marearme, y a los segundos solo fue oscuridad, silencio, y dolor.

En la mente de un vampiro [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora