(VI)

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Chan estaba en una reunión con el consejo, habían muchas cosas que discutir desde la muerte de su madre. 

― Sobre Felix, espero que hayas considerado nuestra propuesta. 

― No, no pasará, él no tomará esa prueba aún, es muy joven. 

― Si no pasa esa prueba tendrá que irse. 

― Felix se queda. 

― Tiene hasta que cumpla los quince. 

― Si digo que se queda es porque se queda, no admito opiniones sobre eso. 

― Chan. 

― No, serán mayores, pero él no puede irse. 

― Son las leyes de tu madre. 

― Las cambiaré si es necesario. 

― No podemos admitirlo si lo haces por enamoramiento. 

― No es un capricho, Felix no se irá. 

― Eso ya lo veremos ―el padre de Yeonjun quería que su hijo fuera el esposo de Chan y Felix se interponía en su camino. 

Unos días después, Felix retomó su entrenamiento de magia. 

― Lixie. 

― No tenías que hacer eso, no soy tan débil, puedo dar esa maldita prueba y pasarla sin problemas. 

― Felix, sí eres muy débil, sólo quiero que entrenes más y que no te usen de esa manera, no lo entiendes. 

― No, no lo entiendo, es cierto, no entiendo que es lo que sucede contigo, no soy un maldito muñeco de porcelana que se puede romper. 

― Lixie, se razonable, sólo quiero cuidarte, no pienso dejar que te hagan algo malo y yo conozco sus intensiones y sé que no se traen nada bueno, ya te enfrentaste a Yeonjun una vez y ganas por poco, eso será peor. 

― Puedo hacerlo y ahora ve a hacer tu trabajo, yo tengo que buscar algunas cosas. 

― Felix ―Chan tomó su mano―. Espera un poco ―lo besó como si fuera la última vez que se verían―. No lo dije, pero también te amo. 

― Chan. 

― Ve a hacer tu trabajo y yo haré el mío, suerte. 

― Igual ―Felix cambió a su forma animal y se adentró en el bosque. 

Mientras buscaba los ingredientes para nuevas medicinas, Felix llegó a la cueva helada y entró, pero ese día no llevaba su diadema. 

― ¿Quién eres? ―la nueva grave voz de Felix hizo que el lobo se estremeciera―. Responde. 

― Un lobo dorado, con razón este clan no ha caído. 

― Vete. 

― Eres débil. 

― ¿Qué harás? 

― Podría matarte. 

― Si quieres sufrir eternamente hazlo. 

― No debiste haber venido solo ―el lobo se abalanzó sobre él y Felix usó todo lo que tenía para defenderse, pero el lobo logró someterlo dentro de la cueva. 

― No importa si me inmovilizas, todavía puedo usar mi mente ―los espíritus se reunieron al llamado de Felix, pero no podían hacer mucho dentro de la cueva. 

― Usar esa cantidad de poder mientras tu sangre se escurre de tu cuerpo no es bueno para alguien tan joven, podrías condenarte, ser más débil aún. 

― No soy débil ―sin importarle si se lastimaba, Felix usó toda su energía para derribar y contener al lobo―. Ahora dime quien eres. 

― Yo ya cumplí mi misión, mira tus heridas, reconoces lo que eso significa ―la risa del lobo llenó el lugar, Felix sólo podía pensar en lo idiota que había sido, debió irse de ahí, debió escapar, pero no lo hizo y ahora era más débil, su gran poder seguía ahí, pero ahora drenaba su energía, tal vez le tomara meses recuperarse de eso―. Tal vez podamos atacar mientras el líder está concentrado en su lobito de oro ―sentía su energía escaparse, sabía que aunque se recuperara de esa lesión jamás sería el mismo―. Suerte sobreviviendo en el bosque ―Felix cayó inconsciente. 

Unas horas después, Chan y Minho buscaban a Felix con desesperación. 

― Lo siento, está por acá ―Chan siguió a Minho. 

― Su energía es más fuerte. 

― Lo sé, pero es él. 

― Felix ―Chan se agachó a su lado enseguida―. No llevaba su diadema, fue atacado, entraron a nuestro territorio. 

― ¿Vas a organizar un ataque? 

― Sí. 

― Chan, no actúes apresuradamente, primero tenemos que ayudar a mi hermano y luego vemos que hacemos con ellos. 

― Bien. 

― Cárgalo. 

― Mierda. 

― ¿Qué sucede? 

― Mira su pecho. 

― Su energía se va, hasta que sólo queda lo suficiente para vivir. 

― ¿Cuánto tiempo le tomará recuperarse de esto? 

― Unos tres meses como mínimo, es una lesión seria, la tía Jennie me dijo, es difícil recuperarse de algo así y si se recupera, jamás tendrá el mismo nivel de energía a pesar de que nivel de magia no baje. 

― Ellos saben nuestras reglas. 

― Quieren sacar a Felix. 

― Creo que el señor Choi tuvo algo que ver. 

― No hagas acusaciones así en voz alta, podrían oírte. 

― Lo sé. 

― Tranquilo. 

― Bien. 

Eso no parecía una simple disputa por territorio, había algo más. 

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