My love | chanlix

(VIII)

Felix estaba en su habitación hablando solo. 

― No, eso está mal, no puedo usar a un ser vivo para esto ―Felix dejó el libro en su cama, recién notaba que lo había llevado―. Pero podría morir, no dudo que voy a morir y que Chan hará muchas cosas estúpidas por mí y no quiero morir principalmente ―alguien tocó la puerta y Felix se hizo invisible―. Carajo, lo voy a hacer. 

― ¿Estás ahí Lixie? 

― Sí, pasa. 

― ¿Lixie? 

― Aprendí a hacerme invisible ―Chan sonrió―. ¿Qué tal? ¿Dónde crees que estoy? ―Felix se movió suavemente hasta quedar detrás de Chan―. Hola. 

― Cada día me sorprendes más. 

― ¿Qué te parece? Hay algo más avanzado que se llama "fantasma". 

― ¿Y eso cómo sería? 

― No lo sé bien, estuve intentándolo, pero hasta ahora sólo puedo volverme invisible. 

― Ya lo lograrás, eres el mejor brujo que conozco. 

― Soy el único lobo dorado que conoces, no sabes si hay otros mejores que yo. 

― Pero me pareces el mejor, eres el mejor a mis ojos. 

― ¿Eso crees? 

― Sí, eres mi sol, mi estrella, mi todo. 

― ¿Y si me exilian? ¿Y si tengo que irme? Son leyes que no pueden cambiar, ellos no lo aceptarían. 

― Haría lo posible, no quiero perderte, no pienso perderte. 

― No puedes hacer algo para impedirlo, es la ley y no podré pasar esa prueba, es obvio, ya no tengo esa fuerza física y forzarme a hacerlo sólo haría que mi energía se siga drenando continuamente hasta morir. 

― Felix, confía en mí. 

― No hay nada que hacer. 

― Te amo. 

― Y yo a ti ―Felix besó a Chan y se fue rápidamente. 

En una caminata por el territorio de la manada, Felix encontró a Yeonjun. 

― Oye, supongo que ya sabes que tienes que dar las pruebas. 

― Sí, en cuatro meses. 

― ¿Quieres que te ayude? 

― No, no las daré, no quiero poner en riesgo mi salud, supongo que sólo me queda dejar el clan, tu padre tendrá camino libre para volverte el esposo del líder. 

― Sí, eso, lo sé, mi padre está loco, pero no pienso aceptar una boda así, Chan te quiere a ti y tú a él, a mí me gusta alguien más y no es de este clan, no sé, estoy muerto. 

― Vaya. 

― Es del clan de infernales. 

― ¿De verdad? 

― Sí. 

― Cambia, quiero correr un poco. 

― ¿Eso sí puedes hacer? 

― Maldito. 

― Era broma, vamos. 

― Me gusta tu pelaje. 

― Lo sé, soy genial. 

― Recordaré este lugar para cuando tenga que irme, es hermoso. 

― Es que nuestro clan tiene de todo, el clan de brujos vecino sólo se dedica a magia terrenal. 

― Con razón. 

― Sí, son muy poderosos, pero están sedientos de poder. 

― Ya lo noté. 

― Me hubiera gustado que estuvieras en mi división, eres muy bueno. 

― Pero no puedo pelear. 

― Exacto, pero hubieras sido genial tener a alguien como tú, me hubiera encantado presumir que Lee Felix está en la división de hechicería y espionaje, tú, Han y yo seríamos los espías perfectos. 

― Ya no. 

― Cierto, sería perfecto que encontraran una manera de devolverte tu fuerza y que no vuelva a drenarse. 

― Lo sería, podría quedarme. 

― Yo sé que es mi padre el que principalmente pide que te tomen las pruebas, pero más de la mitad del consejo son antiguos guerreros que perdieron gente por esas pruebas, todos ellos pensarán que es injusto que se te trate diferente. 

― Lo sé, por eso no le pido que haga algo, es sólo que Chan quiere hacerlo, a veces quisiera sólo irme de noche sin que nadie me viera, dejar todo e irme, pero no puedo. 

― No puedes hacer eso, el muy idiota movería cielo, tierra e infierno para buscarte. 

― Lo sé, es triste. 

― Lo es. 

Yeonjun y Felix se habían vuelto muy cercanos, eran muy buenos amigos y se querían bastante, Yeonjun era de los que se oponían q eu Felix se fuera.