𝙂𝙧𝙚𝙚𝙣 | 𝘈𝘳𝘤𝘢𝘯𝘦

━ 𝗩𝗲𝗿𝗱𝗲 ━

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Ekko alzó la cabeza, desviando su atención del cómic que estaba leyendo. De pie, frente a él, su novia lo miraba con una sonrisa maliciosa en el rostro. Jinx puso sobre el pupitre del moreno un pequeño frasco transparente con una sustancia verdosa.

— ¿Qué sucede? — Inquirió él, alzando una ceja y levantándose de su silla.

— ¿No es obvio? — Ekko frunció el ceño y la peliazul resopló —. Quiero que me pintes las uñas, genio — Respondió con ironía.

— Espera, ¿Qué? — Repitió, parpadeando un par de veces — ¿Para qué?

— Para verme más linda de lo que ya soy — Ella arrastró una silla y se sentó frente al pupitre del chico.

— Ahg, ¿No puedes hacerlo tú sola?

— No — Contestó, como si aquella fuera una pregunta absurda — Quedará muy feo si lo hago yo — Aclaró e hizo un pequeño puchero. Ekko sabía que ella estaba mintiendo.

— Pídeselo a Lux, estoy segura que lo hará mil veces mejor — Suplicó.

— Ella está con el baboso de Ezreal en este momento. Lo siento, pero tú eres la mejor opción.

El moreno soltó un largo suspiro y volvió a sentarse. Tomó el frasco al tiempo que Jinx posaba su mano con fingida delicadeza sobre el escritorio, sin internar disimular una burlona sonrisa. Ekko agradecía que el salón estuviese vacío, pues tener que pintarle las uñas a una chica lo golpeaba justo en su masculinidad.

— No ha pasado ni siquiera una semana desde que estamos saliendo y ya quieres convertirme en tu esclavo personal — Murmuró irritado. La joven arrugó la nariz en un gesto divertido. Ekko trató de girar la tapa y forcejeó un poco — ¡Esta cosa no se abre!

La chica tomó el esmalte de sus manos y lo abrió rápidamente. "No podría ser más humillante" pensó el chico de cabellera blanquecina. Agarró la mano izquierda de Jinx y comenzó a pasar la brochita con el líquido verde por la uña de su pulgar, mientras trataba de mantener un pulso tranquilo. El esmalte no tardó en salir de los límites de la uña y manchar parte del dedo de Jinx, quien soltó una risita.

— ¿Ves? No sirvo para hacer esto — Habló él.

— Claro que sí, vas muy bien — Canturreó — Anda, sigue.

Ekko continuó con los demás dedos. Jinx trató de reprimir una carcajada al ver la cara de "concentración" que ponía su novio al tratar de hacer que el esmalte no se corriera y soplando constantemente para que se secara más rápido. Luego, a medida que el moreno se iba acostumbrado a lo que hacía, la peliazul dejó de lado sus ganas de burlarse del joven para clavar sus ojos en él. Sintió como poco a poco los latidos de su corazón incrementaban el volumen de sus sonidos, así como su velocidad, cosa que siempre le sucedía al estar a su lado.

Odiaba ser tan cursi, pero poco o nada podía hacer al respecto. Ekko le gustaba mucho.

— Oye — Llamo él. Jinx pareció despertar de su ensoñación — ¿Qué tal quedó?

La chica dirigió la mirada hacia su mano e hizo un mohín con los labios. En verdad necesitaba mejorar bastante.

— Mmm, tenías razón. Debí dejar que Lux lo hiciera — Se burló.

— Ah, por favor — Se quejó el moreno — No puede estar tan mal.

— Claro... — Ella rodó los ojos — ¿Qué dirán los demás cuando me vean así?

— Lo mismo que yo, que te ves hermosa — Le dijo en tono pícaro y tomó su mano izquierda para clavar un beso en su dorso. A Jinx se le erizó la piel por el toque, y en un instante sus claros pómulos se tiñeron de rojo.

— Como sea, no tienes porqué ponerte tan dulce — Murmuró ella, avergonzada y desviando la mirada. Ekko sonrió y retomó su tarea, esta vez con su otra mano.

— Hay algo que no entiendo — Dijo Ekko al cabo de un rato — ¿Por qué escogiste este color? Creí que no te gustaba el verde y sinceramente este tono no combina con nada de lo que traes puesto.

— Wow, parece que ya eres más experto en moda que yo — Comentó, soltando una risa — Pues fue el único que encontré en la tienda, así que tuve que conformarme — Soltó — ¿Qué?, ¿no te gusta?

— No, al contrario. Es sólo que me parece extraño.

Una vez que Ekko hubo terminado, Jinx y él se quedaron conversando por un rato hasta que abandonaron el salón para salir al patio. La de ojos azules sostenía la mano del joven, mientras mostraba con orgullo sus uñas toscamente pintadas y con varias manchas de verde. Un color que, pese a detestarlo en verdad, había escogido intencionalmente.

Al fin y al cabo, el verde era el color favorito de Ekko.

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Quería escribir algo más soft, y terminé haciendo esto xd

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Los quiero mucho <3

¡Hasta la próxima!