Siento como mis ojos se desacen en las cuencas en dónde antes yasian, ya no existen, se han echo polvo, tan brillante se disuelve entre mis dedos, aquel polvo blanquecino y adictivo, ¿Podrá volver a mi cuerpo algún día?
Mi garganta irritada intenta gritar pero no puede, mientras por dentro muero, haciendo eco entre un vacío en mi interior, sin alma, sin sentir.
Tal vez, pulverizando mis huesos, obtenga aquel tan deseoso manjar, despues de todo, en la mañana no los usaré más.
Tan ageno al despertar, y al azufre que se detecta en las noches, solo deseo permanecer entre el hoy y el mañana, descansar, no despertar.
YOU ARE READING
La vida misma
RandomBueno y aquí estamos. Dudé mucho si el hacer públicos estos pequeños escritos (no sé cómo llamarles) ya que también los uso como un pequeño diario, una manera de desahogarme, de expresarme. Solo espero que les agraden, no que les encanten, y es cie...