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En el momento en que registra el Audi negro en el camino de entrada, Ivan sabe que está jodido.
Intenta ganar tiempo demorándose en el coche. Pasa una mano por su cabello. finge escuchar la canción en la radio; algo de los Arctic Monkeys, preguntando 'Do you ever get that fear that you can't shift, the type that sticks around like summat in your teeth?'
Se cree los dos segundos.
La puerta está desbloqueada.
Había comprobado asegurarla dos veces antes de irse.
Rodrigo está tirado en el sofá como si fuera su dueño, con las piernas abiertas. Atractivo. Tiene una copa de vino sostenida precariamente entre dedos largos y llenos de anillos. Una pizca de alcohol chapotea en el fondo; oscuro y espeso, del color de la sangre.
Los labios manchados de vino se contraen en una burla de sonrisa. "Ivi".
Rodrigo no lo llama por su nombre completo, casi nunca lo ha hecho. La mayor parte del tiempo, cuando están solos, ni siquiera llama a Ivan por su nombre.
"Rodrigo. Qué placentera sorpresa." Ivan levanta la barbilla. Responde a la mirada lasciva de Rodrigo con un asentimiento. Educado. Desapasionado. Una farsa.
Rodrigo ladea la cabeza. "El placer es todo mio." Hace girar el pie del vaso en sus manos. "¿Un trago?"
Ivan aguanta otro segundo.
"De rodillas", dice Rodrigo, cuando Ivan está frente a él. Ivan cae fácilmente. Presiona el borde del vaso contra el labio de el pelinegro. "Abri." Inclino el vaso y dejo que la dulzura llene la boca de Ivan.
Una gota resbala por su barbilla. Rodrigo la persigue con el pulgar y luego se lo lleva a la boca. Ivan sella sus labios a su alrededor, manteniendo sus ojos en los de Rodrigo.
"Encantador", respira Rodrigo. "Ahora traga."
Ivan obedece. Él siempre lo hace.
La mano de Rodrigo en su mandíbula se aprieta. Ivan sabe, ha sido entrenado para saber, lo que Rodrigo quiere que haga, y abre la boca con facilidad.
Rodrigo muerde el labio inferior de Ivan, lo suficientemente fuerte como para sacarle un gemido. Calma el escozor con su lengua, lamiendo el vino y la saliva.
Ivan se queja cuando se aleja. Los labios enrojecidos de Rodrigo se curvan en una sonrisa. "Besas mejor que Santiago".
