ᴡʜᴏ ɪꜱ ꜰɪɴɴ ᴡᴏʟꜰʜᴀʀᴅ?

Vision 12

YUANFEN
Principio que define esos amores
que nacieron predestinados.

Venus

Después de ir al ensayo de Finn llegué a mi casa muy feliz, realmente feliz. Me sentía muy emocionada de hablar con Finn, de escucharlo cantar en vivo, tan cerca de mi. Mi corazón latía rápido cuando me veía mientras cantaba.

—Muchas gracias por invítame a tu ensayo—Dije en mi pórtico viéndolo de frente dándole la espalda a mi puerta.

—Fue todo un placer.Tienes un asombroso gusto musical—Dijo Finn metiendo los pulgares en sus bolsillos y jugueteando los dedos.

¿Está nervioso? ¿Sigue estando nervioso después de todas las veces que hablamos?

¡Yo debería estar nerviosa por hablar con el!

—Venus...eh...¿Te gustaría ir a comer...conmigo?

—Me encantaría—Ahora si estaba sintiendo los nervios en mi.

—...Como una cita—Dijo Finn tragando saliva.

Antes de que pudiera hablar aquella voz que siempre me salvaba, ahora estaba interrumpiendo un momento que jamás pensé que pasaría.

—Venus, ¿Que haces afuera?—Dijo Dante abriendo la puerta. Estoy segura que estaba escuchando la conversación del otro lado.—Te resfriarás.

Esto segura que solo quiso ponernos más incómodos.

Finn apartó la mirada y lo noté mas nervioso.

—Estaba apunto de entrar—Dije entre dientes, girando mi torso para tomar la manija de la puerta.

—Pero—Dijo Dante antes de que yo cerrara la puerta. 

—Me encantaría aún más—Dije volviendo a mirar a Finn con una sonrisa sincera.

—¿En verdad?—Dijo Finn correspondiendo mi sonrisa.

—Si, por supuesto. Solo escríbeme para decirme la hora y el día.

—Yo te escribo. Haré la reserva y te dire la hora—Dijo Finn acercando un paso hacia mi.

Naturalmente nuestros cuerpos se acercaron para abrazarnos. Y nos despedimos con una calidez que nunca imaginé vivir con el.

Entre a mi casa después de ver cómo Finn avanzaba en el auto conteniéndome un suspiro que liberé cuando me encontraba al otro lado de la puerta.

—¿Que fue eso?—Dijo Dante riendo—"Mi incantiria in mis"

Dante se mofaba de mi conversación mientras yo subía las manos a mi cara para tapar lo rojo de mi rostro. ¿Por qué diablos no puedo quitarme esta sonrisa?

—Nunca te había visto así de enamorada—Dijo Dante recobrando el aliento después de reír.

—Hay mucho de lo que tenemos que hablar—Dije tomando su mano para dirigirlo a la cocina—Pero lo haremos con una de esas pastas que cocinas.

—¿Me pondrás a cocinar?—Dijo Dante protestando a la idea.

—Regresarás a Italia en unas semanas, ¿Cuanto tiempo más tendré que esperar para volver a probarla?

Al llegar a la cocina prendimos la luz y Dante se posicionó frente a su zona de trabajo y tomó uno de los divertidos delantales de mamá.

—Ni se te ocurra tomarme una foto—Me miró amenazante con una espátula.

—¿Crees que pondré en riesgo mi apetito?—Mencioné ansiosa por probar su recete secreta.

Dante comenzaba a buscar entre los gabinetes cuando sus palabras comenzaron una de las más grandes revelaciones de mi vida.

—La universidad me debe estar dejando loco pero estoy seguro que ya había visto a Finn antes.