LIMERENCIA Estado mental involuntario, propia de la atracción romántica por parte de una persona hacia otra.
Finn
Habíamos terminado de acomodar las cosas, Malcom estaba listo, había muy pocas personas para la clase de fiestas que se acostumbran en este lugar.
La mayoría seguramente estaba tomando desde la tarde, así que ya estaban ebrios recostados en el sillón.
—Uhm, Hola, yo soy Finn y él es Malcom—Dije señalando hacia la batería—nosotros som...
—Ya canten algo,malditasea—Dijo alguien desde el sillón.
Gire a ver a Malcom y ambos asentimos con la cabeza para empezar con el repertorio.
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Comenzamos con My Kind Of Woman. Era una de mis canciones favoritas de Mac DeMarco, las parejas de ahí comenzaban a besarse y otros se ponían tristes, seguramente la canción les recordaba a alguien.
Estaba concentrado cantando, hasta que una silueta similar entró por la puerta junto con otras personas. Era la misma chica de hoy, su vista no se apartaba de la mía. No había notado lo bonita que era.
Ella se sentó en uno de los sillones, estaba cantando, tenía las manos sobre las piernas y los pies golpeaban el suelo al ritmo de la canción, definitivamente era muy bonita y por alguna razón no podía dejar de mirarla.
Seguimos tocando unas cuantas canciones más, al menos las suficientes para que nos pagaran. Nos subieron 70 dólares, así que no pudimos quejarnos.
—Hola—Escuché la voz de Venus detrás mío, mientras comenzaba a recoger el equipo.—Tienen un buen repertorio.
—Me alegra que te haya gustado,¿Vienes muy seguido a estas fiestas?—Dije tratando de prolongar la conversación.
—De vez en cuando, aunque para ser sincera, nunca había tocado una banda tan buena como la suya.
—Bueno, creo que vivimos cerca, si quieres algún día podrías venir a los ensayos, estamos haciendo canciones originales, si tu...quieres, claro.
—¿En verdad?, si me encantaría.
—Si quieres dame tu número y así podría mandarte la dirección.—Revise mi celular pero estaba apagado, no tenía carga suficiente.—Que cliché es esto, pero,¿Tienes una pluma?
Ella giró a ver la casa, entre unos de los cajones de un mueble de la sala encontró una pluma.
Ella anotó su número en mi brazo, de lo cual estaba muy agradecido porque mis manos estaban sudando demasiado.
—Te dije que hiciéramos nuestra banda—Escuché a Quincy hablándole a mi hermano—Finn siempre consigue números.
