CAP 02 : 2x1

64 9 0
                                    

Los amigos de Jeonghan no sabían realmente lo que había pasado aquella noche. Lo único que sabían era que encontraron a Jeonghan dormido en brazos del capitán del equipo de básquetbol de la escuela, que el mismísimo Kwon Soonyoung había ayudado a Joshua a meter a Jeonghan en el asiento trasero del auto de los padres de DK.

Era viernes, cosa que le alegraba a Hannie de sobremanera para no tener que ver por dos días a Cheol. Pero esos dos días se la pasó llorando. Claramente Kwannie, Shua y Seokmin estaban preocupados, mientras que Woozi nunca había estado más enojado en su vida. ¿Qué podría haber pasado para que su amigo que todo le justificaba a Cheol, llorara de esa manera?

Después de verlo en ese estado decidieron que no preguntarían sobre el tema porque parecía ser algo sensible para su amigo. Ya habían pasado dos semanas de ello, y en ese tiempo las cosas para Hannie y sus amigos habían empeorado. Seungcheol y sus amigos los trataban cada día peor. Caminaban con la cabeza baja por los pasillos esperando no encontrarse con aquellos cuatro pares de botas negras de plataforma que los otros siempre portaban.

Desde hoy comenzaba la semana en que Hannie estaría solo en la escuela. Verán, los cinco son parte del grupo de debate que representa a la escuela, como Jeonghan se había ido de intercambio medio año, no tuvo tiempo de prepararse con el equipo y el profesor decidió que era mejor que no fuera. Así que ahora que sus amigos estaban compitiendo en las estatales, estarían fuera toda la semana.

Jeonghan tenía miedo, el corazón le palpitaba cada vez que escuchaba pasos en el pasillo detrás suyo. Apretaba en sus manos las mangas del saco del uniforme que le quedaba un poco grande pero a pesar de eso pensaba que así era mejor. "Así no voy a preocuparlos" se repetía.

Cheol siempre lo había insultado y humillado de varias formas pero jamás lo había golpeado, jamás le había puesto una mano encima para pegarle. Pero desde aquella noche donde Jeonghan lo rechazó, el pelinegro comenzó a empujarlo, a pegar su cabeza contra el casillero, jalaba su mochila hacia atrás hasta verlo en el suelo y posteriormente lo pateaba hasta que se aburriera o llegara Wonwoo y Hansol a arruinar su "hora de juegos" como le gustaba llamarlo.

Jeonghan estaba sentado en su butaca, al frente, como siempre, con los cuatro asientos vacíos a su lado en la misma fila. Suspiró un poco para darse valor en cuanto sonó la campana y los alumnos comenzaron a ingresar al aula. Desde aquella noche, jamás había visto que Cheol se pusiera el reloj tan caro que costó lo de su beca académica... Y unos cuantos billetes más de sus amigos. Pensó que tal vez no le gustaba y simplemente no se lo pondría.

Pero aquel día lo vio, en la muñeca de Wonwoo, fue el primero de los cuatro que entró al aula y se sentó en su lugar. Hannie volteó a verlo de inmediato y después de cruzar miradas con el contrario, regresó a su lugar apretando sus puños en su lápiz. ¿Acaso el pelinegro le había dado a su amigo ese regalo? Su corazón se rompió, apenas un poco, lo suficiente para necesitar a sus amigos en este momento e ir al jueves de 2x1 en helado para sentirse mejor.

Pero hoy no, hoy estaba solo. Jeonghan decidió sacar su carpeta, su tarea de matemáticas, unas ocho o nueve hojas cuadriculadas con gráficas y demás sólo para distraerse un poco y lograr así calmar su respiración.

Pasaba que, el corazón de Jeonghan pertenecía a Cheol incluso mucho antes de que perteneciera a sí mismo. Latía con cada acción que se relacionara al pelinegro, a sus hábitos, a sus pasos, su voz, su risa e incluso los colores que usaba.

En ese momento entró Mingyu y Cheol riendo de alguna estupidez seguramente, el pelinegro traía en la mano derecha una lata de refresco, fingió tropezar y regar todo el líquido en las hojas del rubio que lo único que pudo hacer fue levantarse de su asiento con el uniforme sucio. Mingyu y Cheol rieron mientras se daban un choque de manos y volvían a su lugar, Wonwoo negó levemente con la cabeza pero no dijo mucho más, mientras no cayera cerca suyo, no iba a meterse. Los demás en el salón quedaron en silencio algunos rieron un poco y otros susurraban cosas intentando adivinar qué habrá hecho Jeonghan para que Cheol lo tratara siempre de esa forma.

TRES REGLAS. ||JEONGCHEOL||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora