cuando te conocí

1.5K 52 0
                                    

era un día normal como cualquiera para sukuna el cual consistia de que se la pasaban solos itadori y él ya que sus padres eran los musicos más famosos de todo el país y eran felices porque podían hacer lo que quisieran mientras ellos no estaban pero esa felicidad termino en cuanto escucharon las puertas abrirse de esa enorme mansión que se podía escuchar a distancia, los padres llamaron a sukuna.

-sukuna tenemos que hablar contigo-

hizo una mueca y pensando en algo que pudo haber hecho y enfurecer a sus padres pero se sorprendio cuando le entregaron un libro, lo miro extrañado y lo abrío para darse cuenta que era un albúm con fotos de chicos y chicas que podía distinguir de familias adineradas como ellos.

-para que son estas fotos?- pregunto con curiosidad mientras hojeaba y veía detenidamente con esos ojos escarlata.

-escoje con quien deseas casarte, necesitamos elevar nuestros ingresos y en eso entras tú, tienes una semana para decidir y poder arreglar todo para una cena y se puedan conocer- dijo su mamá muy sería y dando a entender que no aceptaba un no por respuesta mientras subía las enormes escaleras con dirección a su recamara.

-pff..- suspiro un tanto desanimado, siguio hojeando pero se detuvo enseguida ya que unos iris parecidos al mar con un cabello azabache, piel delicada y una carita preciosa lo flecho por completo -que chico tan lindo, tú seras mío-

-sukuna!!! ¿Que haces?!- dijo el menor que se acerco y miro aquel albúm quedando sorprendido -porque tienes una foto de mi mejor amigo??- rasco su cabeza.

-en...en serio es tu amigo??- tenía algo a su favor para poder conocerlo mejor y conquistarlo. -me lo podrías presentar?- dijo nervioso y un poco sonrojado mirando a otro lado.

Itadori se sorprendio a tal grado de abrir los ojos como plato. -pero si ya lo conoces, siempre que llego con él a la casa te saluda junto conmigo pero siempre estas distraido en tu celular y nos das el avión- se burlo el menor haciendo que esos ojos carmín lo miraran con un poco de enojo.

-vale vale te lo volvere a presentar, justo vendra hoy solo no me mates- lo decia mientras se iba a su cuarto y agitando su mano en forma de despedida.

sukuna estaba demasiado nervioso no sabía como saludarle o como entablar una conversación después de tanto ignorarle, se sentía un idiota por nunca haberle hecho caso y apreciar esa belleza de hombre, se mordio su labio inferior y decidio irse a dormir dando unos pasos cansados como si hubiera hecho demasiado ejercicio, cerro su puerta y se avento a su cama quedando su cara contra la almohada se giro mientras sacaba el libro y miraba la foto de aquel chico con ojos bonitos como el mar que le había robado por completo el corazón.

-pfff..que ojitos tan preciosos tienes- suspiro con amor mirando cada detalle de esa foto solo para poder soñar con él, fue cerrando sus ojos hasta que se quedo completamente dormido.

-Sukuna estas despierto? ya llego, si te lo voy a presentar o..- lo interrumpio una puerta abriendose lentamente con un pelirrosado adormilado y despeinado, el menor solto una leve risa viendolo en ese estado -arreglate o algo jajaj no querras que te vea así o si?- se alejo para asomarse por la barandilla de las escaleras haciendole seña a su amigo de que lo espere y procedio a bajar mirando y chasqueandole los dedo en señal de que se apresure asintío de mala gana y cerro la puerta.

se vistio con una camisa a cuadros roja y unos pantalones rasgados color negro y sus converse negros, se miro al espejo con nervios y asintio que se veia bien, salio y bajo las escaleras con muchos nervios y muchas mariposas en el estomago pero obviamente no se le lanzaría a los brazos y decirle que se iban a casar aunque si tenía ganas de hacerlo pero se aguantaría hasta que se confirmara la boda.

Solo eres Mío (SukuFushi/¿SukuIta?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora