Prologo: Un Reflejo Desobediente.

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Banda, no pregunten, y si lo hacen, pues tengo mente de tiburón, de acuerdo? Ok? Bueno los dejo leer de una vez.

Narrador:

El sol se asomaba por el horizonte, dando asi la señal de un nuevo día para todos los habitantes de Orario.

Iluminando poco a poco a toda la ciudad, llegando a una mansión con un emblema de una campana en llamas.

Con los debiles pero efectivos rayos de luz emitidos por el astro colandose por las cortinas de una habitación en donde una hermosa joven peliblanca descansaba placidamente.

Pero eso no duro mucho, ya que con solo el mero calor que los rayos del sol le producieron al contacto con su mano.

Fue suficiente para obligarla a despertar de su sueño.

–Hum~...– Poco a poco sus parpados se iban abriendo, y al hacerlo, permitieron ver sus ojos de color ruby.

La joven se tallo los ojos a la vez que se levantaba de su cama.

Se estiro y bostezo, luego se paro y mostro una expresión de fastidio.

–Debo comprar cortinas utiles...– Su fastidio paso a molestia al notar una ruptura en la tela por la cuál se colaba la luz.

–Supongo que sera después de mi rutina matutina– Dijo calmandose mientras caminaba dirección a su armario.

En el interior de este, habían más de 12 pares del mismo vestido color blanco con cuello semitransparente, muñequeras rojas, una cinta roja en la cintura, junto a un lazo en el pecho del mismo color.

Ademas de una pijama de una pieza, color gris y unos cuantos pares de zapatos blancos con cinta roja y broche dorado.

Aun asi, la albina tenia ciertas dudas sobre que ponerse para el día de hoy.

Pasaban los minutos, y parecia que por fin se decidio cunado movio su mano hacia uno de los vestidos, pero la retiro rapidamente.

Y eligio el vestido del medio junto con un par de zapatos.

Cerro su armario, dejo caer su pijama al suelo, se puso su vestido, saco del cajon que su mesita de noche tenia unas largas medias blancas y se las coloco junto con sus zapatos.

Se sento frente a una mesa con un espejo en ella.

Agarro una peinilla de madera, y comenzo a cepillar su largo, fino y blanco cabello.

Cuando acabo, se coloco un liston color rojo con una flor blanca en su cabeza.

Se miro unos momentos en el espejo, giro su cabeza hacia su ventana, se levanto, e hizo a un lado las cortinas que mantenian la oscuridad en su habitación.

Dejandole asi ver el exterior, pero eso a ella no le intereso, solo observo la posición del sol y suspiro pesadamente.

–...Aún sin saber la hora a la que desperte... Se que me demore mucho arreglandome...– Un aura de tristeza rodeo a la peliblanca.

Toc* Toc*

–Hola? Bellelin-kun ¿Estás despierta?– Pregunto alguien detras de la puerta.

–Si, Hestia-sama– Respondio.

–Cuando estes lista ven a desayunar, esta vez cocina Haruhime!– La ahora conocida Hestia le informo emocionada.

–En seguida bajo, solo voy por algo– Dijo para dar media vuelta hacia su cama, hacer a un lado sus sabanas y revelar una filosa espada color negro, de mango cafe y algunos simbolos y palabras gravadas en el.

¿Está Mal Enamorarme De "Mi"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora