Prólogo: El Héroe Perdido.

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Hola gente de Wattpad, aquí Lord Belias con una nueva historia, si, ni siquiera he avanzado con las otras y ya les traigo una nueva, pero es de una pareja que seguro han estado esperando, la elfa por excelencia de la obra, la violenta pero también hermosa Ryuu, sin duda esta es la historia que más ha dado vueltas en mi cabeza, se podría decir que ya la tengo planeada por completo, pero eso solo el tiempo lo dirá, ya que es muy posible que algunas cosas cambien, pero en cuanto es el final, espero que no los decepcione, ya que puede que está tenga más de 100 capítulos, más o menos, pero bueno, que comience la historia que para eso está aquí.

Existen miles de historias que cuentan sobre lo mismo, mitos de una antigua era antes de la llegada de los dioses, una época de guerras y conflictos incesantes, que estuvieron al borde de acabar con todas las razas. Incontables fueron las desgracias, incontables las batallas, las pérdidas y los crímenes que quedaron registrados en los libros o incluso en piedra, e incontables fueron las que aún se mantienen en secreto, ya que no todas las historias fueron contadas, y aún existen muchas que solo unos pocos conocen, y que temen revelar, ya que existen verdades que es mejor callar e ignorar.

Existen tantas historias, que casi parecen que son copias unas de otras, tantas que da igual cual escuches, ya que de todas maneras, nada se puede hacer para solucionar el pasado, porque el tiempo solo avanza hacia delante sin mirar un segundo atrás. Todo aquello fue ignorado, ya que formaba parte de un distante recuerdo que no importaba, y todo aquello tan solo fue recopilado en un único texto, que describía cientos de siglos como un infierno terrenal, que solo conoció su final cuando ellos llegaron al mundo, y lo volvieron un paraíso, pero uno falso, un nuevo infierno enmascarado.

Aquellas eran historias que narraban que cuando los dioses descendieron del cielo al mundo inferior, la paz surgió en cada parte de la tierra de los mortales, ya que la guía de aquellos seres divinos los llevó a una era de prosperidad, la cual hizo a todas las naciones unirse y compartir la abundancia que los dioses habían traído con su llegada, pero todo eso es una de las más grandes mentiras, una que fue creada por los propios dioses para engañar a las siguientes generaciones, y hacer que estos los veneraran sin cuestionar nada, atándolos con hilos invisibles que los transformó en marionetas para sus juegos.

La era antes de la llegada de los dioses fue una de batallas constantes, de guerras incesantes provocadas por la propia ambición de todos aquellos que poblaban el mundo, por el miedo que provocaba la ignorancia de no saber que había mucho más allá de las tierras que consideraban su hogar, por el simple capricho de tener algo divertido que hacer, por las ansias de exterminar a todos los demás pueblos para no compartir las riquezas del mundo con ningún otro, que solo una raza existiera, para que todo le perteneciera a solo uno de ellos, demostrando que la ambición de los mortales, no conocía límites.

El mundo estaba dividido por fronteras, por líneas invisibles que volvían enemigos a todos aquellos que no estuvieran del mismo lado, haciendo que tan solo por estar bajo una bandera distinta, la única opción que les quedara fuera matarse entre ellos, hasta que solo una de estas se alce en medio del campo de batalla. Aquella fue una era de desgracias, pero también de esperanza, una que era representada por aquellos a los que llamaban héroes, pero quienes nunca se consideraron de esa manera.

Eran hombres y mujeres valientes, que se enfrentaron a todo y a todos por el bienestar de los débiles, incluso aunque llegara a costarles la vida. Se enfrentaban a lo que fuera con tal de no ver a los niños llorar, de no ver más vidas destruidas, yendo hasta en contra de la voluntad de los reyes para hacer lo que creían que era correcto, incluso si eso significaba que imperios enteros los buscarían para acabar con sus vidas, incluso si tenían que ser tratados como traidores, ellos no dudarían ni un solo momento en defender sus principios, pero, aunque la voluntad de ellos fuera inquebrantable, sus cuerpos no lo eran.

Las hadas y la bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora