2020

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Ya habían pasado dos meses desde el cumpleaños de Donghyuck y cuatro desde que decidieron comenzar desde cero. Mark no regresó a la universidad y eso fue bueno para RenJun y Chenle, se sintieron tan aliviados luego de eso.

Jisung tras ser "perdonado" (ya que éste suplicó de rodillas mientras lloraba) por Chenle, se unió tiempo después al club de música y así los ocho creaban música aunque claro, Jisung no olvidaba su pasión por la danza que terminó contagiando a RenJun, quien era genial tanto bailando como cantando.

Ya era el día que terminaban las clases de prueba y estaba nevando, en enero debían inscribirse a la carrera que deseaban, algunos ya estaban decididos, otros no.

— Si no le dices ahora no será nunca, Taro. Él estudiará fotografía, tú estudiaras música. ¡Debes decirle ahora! —animó el pequeño rubio al pelirrojo que no parecía convencido.

— Suena tan fácil, claro. Para ti lo es porque tú y Donghyuck ahora son... ¿Algo? —frunció su ceño—. Bueno, pero es obvio que ambos se gustan demasiado.

— . . . Pff, no somos nada. —hizo una pequeña mueca ya que era cierto, no eran nada aún y ya había pasado tiempo desde la última vez que se besaron en el río Han.— Si tú le dices a Chenle, yo le diré a Donghyuck.

— Uy, yo quiero ver eso. — Jisung junto a su novia se unieron a la conversación.

— Jisung, Yuna... ¿Escucharon todo? —preguntó RenJun sorprendido.

— Sólo desde el inicio. —respondió la chica con una sonrisa dulce.

— Pero ya deberían confesarse. —repitió Jisung.— Taro, a ti te ha gustado Chenle desde siempre. —el pelirrojo asintió.— Y RenJun, desde que llegaste a la universidad se notó el click de ambos, ¿Por qué tanto miedo? Jaemin se le confesó a Lia hace un mes, ¡Y se conocieron hace dos meses! ¿Qué los detiene a ustedes? —miró a ambos.

RenJun y Shotaro analizaron en esa pregunta y ambos pensaron lo mismo.

"No hay nada que perder."

Chenle quería estudiar en Canadá y como dijo RenJun, si no es ahora, no será nunca, podría perderlo para siempre y Shotaro no soportaría la idea de que el castaño esté en otro país sin saber sobre sus sentimientos. Así que tomó el aire necesario decidido a hacerlo.

Al salir de la universidad, ahí estaban los siete, Jeno junto a Ryujin, Jaemin junto a Lia, Haechan, Chenle y Sungchan.

— ¡Chenle, me gustas mucho! —fue lo primero que mencionó Shotaro al estar cerca de ellos, nadie dijo nada, el pelirrojo se adelantó a todos.

— Que rápido. —murmuró el pequeño sorprendido.

Chenle permaneció en silencio, eso había pasado tan rápido que sólo pudo fruncir su ceño por las palabras. Miró al resto y éstos fingieron mirar a otro lado como si no hubieran escuchado nada. Pero tras unos minutos, se formó una delicada sonrisa en sus labios y poco a poco comenzó a reír, dejando confundidos a todos.

— Ya te estabas tardando, Taro. —dijo con una amplia sonrisa mientras miraba al pelirrojo.— Creí que tendría que ser el primero en decirlo.

Esas palabras provocaron que el corazón de Shotaro latiera más rápido, gracias al frío y a que su rostro estaba pálido, se pudo notar su sonrojo así que para ocultarlo se abrazó a Chenle con fuerza y ya no lo soltó.

— ¡Que vivan los novios! —dijo RenJun con una sonrisa y todos aplaudieron, incluso alumnos que no los conocían.

— Entonces... Supongo que no nos veremos hasta enero, ¿Cierto? —ahora habló Donghyuck mirando al resto quien asintió.

Jisung y Yuna fueron los primeros en irse, después fue Sungchan junto a Jaemin y Lia. Los demás hablaron durante unos minutos más antes de que Chenle y Shotaro se fueran, claro el pelirrojo no soltaba a su ahora novio, cosa adorable para todos ahí.

— Me alegra que ahora todo esté bien. —dijo Jeno con una sonrisa—. ¿Está bien si nos vamos ahora? Veré a los padres de Ryujin y no quiero llegar tarde. —sonrió.

— Claro, te veré luego Jeno. —palmeó suavemente el hombro del mencionado y también le sonrió—. Oye, gracias por todo, idiota.

Ryujin se despidió de ambos y RenJun también de ellos. Los miraron alejarse hasta el auto de Jeno y al cabo de unos minutos, perdieron rastro de ellos.

Donghyuck suspiró y miró al pequeño. Se sentía tan aliviado ahora que los sentimientos de todos habían quedado claros y que probablemente ya no habrían más problemas en el futuro. Estaba feliz.

— ¿Quieres caminar un poco? —propusó el pelinegro y al recibir el consentimiento del menor, caminaron juntos en dirección al hogar del menor.

— Me alegra que Jaemin esté con Lia... Es una chica agradable y él se mira muy feliz con ella. —no pudo evitar sonreír aliviado, no quería que Jaemin se sintiera herido por los sentimientos que él (RenJun) y Donghyuck compartían.

— También me alegra verlo así... Jaemin merece ser amado. —suspiró tranquilo—. Realmente me siento bien ahora que mis amigos tienen a alguien a su lado y ahora que Chenle, Sungchan y Shotaro al fin están tranquilos.

— ¿A Jeno no le gustaba Sungchan? —se animó a preguntar.

— Algo así. Sungchan fue el crush de Jeno mucho tiempo... Antes de todo, Sungchan era muy alegre y lindo. —sonrió—. Jeno no dudó en decirle a todos... Pero cuando todo ocurrió, Sungchan pensó que Jeno era igual así que bueno, pasó lo que pasó. —miró al pequeño asentir—. Pero ahora ambos están bien y me agrada.

— Es lindo que todo esté bien ahora... —frunció un poco su ceño—. Mentira, no todo está bien. —se detuvo afuera de su casa y se paró frente a Donghyuck.

— ¿Qué anda mal? —ladeó su cabeza confundido.

— Tú y yo. —se atrevió a decir. Volvió a tomar aire y lo miró fijamente a los ojos.

"Si no te miro directamente a los ojos, no me tomarás enserio... Y no puedo permitirme eso, Lee Donghyuck." Dijo el subconsciente del rubio.

— Me gustas. —exhaló silenciosa y discretamente.— Donghyuck, me gustas gustas... Me gustas del verbo gustar. —apretó sus puños.— Me gustas así como me gusta comer pastel.

No apartó su vista del mayor, a pesar de que su cara estaba roja y la sentía caliente, aún así siguió mirando al pelinegro. Su silencio lo estaba matando.

Tras unos segundos, Donghyuck mostró una gran sonrisa, la ternura del preciso pequeño era inexplicable, ¿Era posible ser tan tierno? Necesitaba que el rubio le respondiera esa pregunta.

— También me gustas. —dio un paso a él.— RenJun, me gustas gustas... Me gustas del verbo gustar. —dio otro paso a él y sujetó los costados de la cintura ajena.— Me gustas así como me gusta bailar.

Se miraron por unos segundos más.

RenJun quería gritar, quería viajar al pasado para decirle a Jeno que el chico que le gustaba le había correspondido... Quería llorar.

Rápidamente rodeó el cuello del mayor y se acercó hasta poder juntar sus labios en un beso que Donghyuck no dudó en corresponder.

El mayor lo acercó aún más, acabando con la distancia que los separaba.

Unos segundos después, el pelinegro se separó a pocos centímetros, únicamente juntó sus frentes y abrió sus ojos, apreciando los ajenos; luego soltó una pequeña risa.

— Aún besas muy mal, pequeño. —no pudo evitar sonreír ampliamente tras decirlo, sin embargo, el menor no reaccionó como Donghyuck esperaba.

— Enséñame. —dijo tras agarrar valor.— Hace cuatro meses me dijiste que para aprender algo, debería pedir ayuda así que... —volvió a tomar aire necesario.— Enséñame a besar.

RenJun cerró sus ojos y los apretó con fuerza por la vergüenza. Donghyuck al ver eso simplemente sonrió con dulzura y dejó un corto beso en los labios ajenos.

— Te enseñaré, ven aquí.

Volvió a acercarlo a él para besarlo nuevamente.










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CHICO RARO [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora