Capitulo 2

541 65 20
                                    

Después de tan extraña presentación Inosuke fue llevado a otra parte, el director le explicaba su escena, tendría que abrir las puertas del salón, y grácilmente caminar hasta el balcón. Era una sola toma donde nada podía fallar, o eso pensaron.

Inosuke asintió de que todo estaba bien, pero cuando la música comenzó a sonar, las puertas se abrieron y lleno de confianza Inosuke comenzó a caminar. Pero no fue femenino ni mucho menos con la gracia que se le había pedido, camino con las piernas abiertas y sujetando el vestido, muy alto para no tropezar. De esa manera avanzó hasta llegar a Tanjiro, quien solo se aguanto las ganas de reír. Porque más que verlo mal, le había parecido adorable de su parte. De fondo se podían escuchar murmullos, el peliazul miró a sus padres quien le sonrieron aguantando la risa de igual manera.

– Hashibira-san... ¿podría hacerlo de nuevo? esta vez solo hazlo más despacio y... no levante el vestido...– el director apenado se acercó a la chica, quien al escucharlo, se sonrojo de vergüenza y frunció el ceño enojado.

Cuando volvieron a sus lugares Mitsuri se acercó discretamente y le susurro algo a Inosuke. Volvieron a tomar la escena desde el abrir de puertas y antes de continuar respiro hondo. Esta vez Inosuke estaba listo, intentó caminar despacio y tierno como Mitsuri le había dicho, pero lo único que consiguió por estar nervioso al no lograrlo en el primer intento, fue tropezar sin remedio. Ahí en el suelo, se quedó un momento pensando en cómo mataría a Zenitsu por haberlo convencido. Todo era su culpa, esa pena de ser expuesto solo le recordó al pasado. Y en ese mismo momento volvía a pasar lo mismo.

– ¿Quieres utilizarla de nuevo?

Una mano con una pequeña pelota de vidrio apareció en su vista, al alzar la mirada, el pelirrojo estaba arrodillado para ayudarla a levantarse.

– Esa vez también estabas nerviosa y te preste mi amuleto para no tener miedo ¿lo recuerdas?

La chica lo miró y solo asintió con un leve sonrojo en las mejillas, Tanjiro se sintió en el paraíso, porque la persona frente a él solo podía ser una diosa. La chica tomó la piedra y ambos sintieron un escalofrío cuando su piel se encontró en contacto con la ajena. La piel cálida del contrario colocó un sonrojo en ambas caras, Tanjiro no quería separarse pero no quería incomodar al amor de su vida. Todo tenía que continuar.

Por fin lo peor había pasado, la escena de la caminata no tenía que repetirse ya que Inosuke lo había hecho muy bien en su tercer intento. En su manos se apretaba la canica verde que le daba la suerte y confianza que necesitaba, entonces estaban ahí ambos en el altar. Tanjiro tomó la cara de la chica sorprendiéndola y la acercó hasta estar a solo centímetros de sus labios.

Pero antes de que pasara otra cosa Inosuke que había actuado por mero instinto levantó la pierna para golpear el abdomen del pelirrojo con su rodilla, este se quejó y al quedarse sin aire solo pudo caer de rodillas.

– ¡Corte!

Inosuke asustados se hincó para ver si estaba bien, le palmeó la espalda como apoyo, pero Zenitsu que se acercó lo tomó del brazo y lo llevó lejos.

– ¿¡Qué estás haciendo idiota!?

– Me tomó por sorpresa, ¿además que iba a hacer? Mis padres hacen eso, ¿por qué?

– ¿Te refieres al beso? Es para demostrar el contacto y amor a la persona que te gusta, cuando alguien se casa es para unir sus vidas como un pacto– Zenitsu se sentía como una madre explicando cosas así– solo dale un beso y ya para terminar esto, me estresa cada vez más.

– Un beso...

Ambos chicos se acercaron otra vez al altar, el mayor ya estaba levantado y tomaba tomaba algo de agua mientras hablaba de algo con el director.

Wild Stage [TanIno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora