God Of War

CAPITULO 12

Ares devuelve de nuevo a Kratos al lugar en donde estaban peleando anteriormente, Kratos ya sin sus espadas y su esperanza destruida sólo esperaba el último golpe de Ares, pero de pronto Kratos observa la espada que le sirvió como puente, Kratos esquiva el golpe de Ares y coge la espada de la estatua, y así empezó su segunda batalla con el Dios, él le logra clavar la espada a Ares, ya derrotado y tumbado en el agua él le recuerda a Kratos que fue el quién lo salvo de la muerte y lo que el quería era sólo convertirlo en el gerrero ideal y que no tuviera piedad, Kratos le dice a Ares que lo a conseguido y lo vuelve a atravesar con la espada matandolo sin piedad.

Kratos abia hecho lo imposible, un mortal asesino a un Dios, él al cumplir con lo que le dijo Atenea pensaba que por fin el sería liberado de las pesadillas y recuerdos de aquel trágico día pero cuando habla con ella se entera que las Dioses le agradecen por realizar su tarea, sin embargo Kratos no sería liberado porque ningún hombre o Dios olvidaría lo que el había hecho. Cuando él se dio cuenta que no pudo conseguir su objetivo decide arrogarse de la cima de una montaña hacia un precipicio, en donde se encontraba unos picos los cuales acabarian con la vida de Kratos, cuando se va a lanzar Kratos dice "Los Dioses del Olimpo me han abandonado ya no queda esperanza". Cuando cae en el agua Kratos es levitado por Atenea hasta la cima de donde él se abia lanzado, hay se encuentra con una estatua de ella la cual le dice que todavía no era su momento de morir y que los Dioses le dicen que no podía olvidar lo que el abia hecho con la ayuda de ellos, Atenea le dice que con Ares muerto queda un puesto vacante el cual debe ser ocupado por el.

Atenea habré una compuerta que se encontraba detrás de ella, está lo llevaría al Monté Olimpo, la Diosa le da a Kratos las espadas de Atenea las cuales eran muy similares a las espadas del caos, sólo que estas estaban echas de oro, Kratos entra al Monté Olimpo y llega a un salón en donde se encuentra un majestuoso trono, él se sienta a descansar sabiendo que no sólo abia logrado lo imposible de matar a un Dios, si no que también se había convertido en el nuevo gran Dios de la Guerra.