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"─¿Puedes creerlo?─Murmuró alguien a sus espaldas─¿Cómo alguien como él realmente puede ser un alfa?─
─Sinceramente, no luce como uno─Murmuró el otro─Parece más un omega, sólo hace que los alfas queden totalmente mal─Ambos rieron y se lar...
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"Vamos Huang, no dejes que la mudanza te baje los ánimos" Pensé tomando la corbata que estaba sobre mi cama ya arreglada, me puse al frente del espejo de cuerpo completo que estaba pegado en mi armario y con lentitud comencé a colocarme la corbata roja que tenía en las manos.
Cambiarme de escuela, y no sólo eso, cambiarme igual de país no era nada fácil para mí. Y no era porque fuera tímido, sino porque al poco tiempo que me conocían, me tomaban como alguien raro.
Era por mi complexión, soy pequeño y delgado, muy bajito que muchos dudaban de mi jerarquía. Tenía el rostro fino y muy bonito, con pómulos delgados, labios rosados y pequeños, ojos felinos y manos pequeñas.
A simple vista alguien podría decir: "¡Oh!, es el omega más bonito de todos", pero déjame aclararte que no soy un omega.
¿Un beta?, tampoco.
¿Un gamma?, gracias a la madre luna que deseo que no fuera un gamma.
¿Cuál es mi jerarquía?... Mi respuesta te sorprenderá, pero realmente soy un alfa.
Así es, soy un alfa. Ahora entenderás la razón por la que las personas me toman como alguien raro. Para ser un alfa realmente no me parecía a uno. Soy muy pequeño a comparación de los otros alfas, me venían como alguien débil sólo por ser delgada y chiquito.
Tengo fuerza aunque no lo crean, pero normalmente no la uso.
La mayoría de los alfas se dejaba guiar por los estereotipos de siempre, en donde los omegas debes ser pequeños, delicados y sumiso, los alfas son los dominantes, altas y fuertes, y los betas... Creo que ellos daban igual. Al ser pequeño, delgado y bonito me tomaban por un omega, por lo que siempre se la pasaban persiguiendo mi culo como unos perros. Siempre tenía que usar mi voz de mando para que me dejarán en paz.
Y era ya frustrante, por ejemplo, en China (sí, soy de China), en una de mis antiguas escuelas todos me ignoraban después de saber que realmente era un alfa. La verdad fue tan difícil tener amigos y conversar con alguien. Igualmente, esos fueron los peores años de mi vida, nunca tuve un amigo o alguien con quien charlar, todos se burlaban de mí por mi apariencia.
Mis dos papás no lo pudieron soportar más y decidieron cambiarme de escuela, pero al ver que nada cambiaba, pudieron conseguir trabajo en el extranjero (hablamos de Corea del Sur) y nos mudamos.
Mi coreano no era mi mayor fuerte por los momentos, aún así aprendo rápido.
—Renjun, hijo mío, es hora de que bajes y desayunes. Tu papá te va a llevar. —Allí estaba mi bonito padre omega, era más alto que yo (demasiado diría yo) y extremadamente hermoso, era un bonito ángel. Mi papá Sicheng era tan afortunado de tenerlo como su pareja de vida.
Lo miré a través del espejo y le sonreí, notando como las bonitas encías del mayor se veían.
—Ya voy, papá. Déjame tomar mis cosas y bajó. —Le mencioné ahora tomando el saco que estaba colgado en el perchero y me lo puse. Rápidamente fui a peinarme el cabello y luego tomé mi mochila, saliendo junto con mi papá omega de mi nueva habitación.
