sueños sobre ruedas.

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El avión de _________(TN ) finalmente aterrizó en el aeropuerto de Los Ángeles. Miles de preguntas rondaban por la cabeza de la chica, la mayoría de ellas eran confusas y carecían de una respuesta mínimamente aceptable. 

La chica se sentó encima de su pequeña maleta intentando pensar en que hacer. 

¿Qué hacía allí? Se preguntaba. Ni si quiera sabía donde estaba. Long Beach, cerca de Los Ángeles. Pero eso era lo único que sabía. 

Semanas atrás, _______(TN) había comprado un boleto de avión, aleatoriamente para Estados Unidos, sin mirar en que ciudad iba.

Veía gente reunirse con sus familiares, sentía algo de nostalgia, pero rápidamente ese sentimiento se desvanecía. Llevaba tiempo sin tener alguien por el cual seguir viviendo, estaba sola. Tenía que vivir con aquello sola, sin poder compartirlo con nadie. Esa sensación, que le oprimía el pecho, desde que se levantaba hasta que se iba a dormir llevaba demasiado tiempo atormentándola, pero la intriga de saber era si habría alguien más como ella la mantenía con vida. Hace mucho tiempo, le habían dicho que si, que no era la única, pero desde aquél día ella se había sentido sola. Mucha gente desearía ser como ella, poseer lo que ella poseía. _________(TN ) no pensaba lo mismo, nunca lo había pensado. 

Se levanto del suelo y busco un taxi. 

-Buenos días –le dijo el conductor.

-Hola –dijo fríamente _________(TN ) y con la mirada puesta en la nada –A la playa por favor –el taxista no le devolvió la palabra al ver que ella era ruda y distante.

_________(TN ) bajó la ventanilla y apoyo la cabeza en el borde, dejando que el viento despeinara su larga cabellera castaña. Subió el volumen de la música y observo detenidamente las calles, eran amplias y con grandes casas. Había gente por todos lados, y a medida que se acercaban a la playa el número de gente aumentaba. Después de quince minutos en el taxi podía ver la playa. El taxista se detuvo y se giro para avisar a la señorita que habían llegado, ella solo se levanto le dio al taxista su dinero y bajo las maletas. Avanzó rápidamente hasta llegar a la playa. Estaba llena de gente. Grupos de chicos jugando al “volley-ball”. Gente con bicicleta por el paseo, familias jugando en la arena…

Sentía no encajar en aquél clima, en realidad, sentía que no encajaba a ningún sitio. Se sentó en el primer banco que vio. Tenía calor._________(TN ) se deshizo de sus abrigos e inmediatamente guardo todo en la maleta. Notó la presencia de ese chico antes de que él le hablara y ella se girara. 

Era rubio, de ojos azules, podía calificarlo como guapo, muy guapo.

-Hola preciosa, mis amigos y yo nos preguntábamos si querías pasar la mañana con nosotros –dijo con una bonita sonrisa. _________(TN ) se rió. 

-Pues le dices a tus amigos que se busquen a otra, que a mi no me interesa –al chico se le borró la sonrisa. ¿Qué le pasa a esa chica? Era la primera que les decía que no.

-Podrías pensártelo, solo queremos pasarlo bien –insistió el chico.

-Mira, me estás haciendo perder el tiempo, y lo estás perdiendo tú, así que les dices a tus amigos que busquen a otra, adiós.

_________(TN ) se fue dejándolo atrás, y el chico rubio se quedó allí, observándola

-Hey Broh, ¡que la desnudas con la mirada! –grito uno de sus amigos. 

-¿Y tu no lo harías? –le respondió él perdiendo de vista a la chica. 

-Anda vamos, ya encontraremos a otra –le dijo el amigo y ambos se alejaron de donde apenas, minutos atrás, uno de ellos había intercambiado una extraña conversación con esa chica.

-¿Me llamarás? –dijo la chica con una sonrisa. 

-Si Kathy, te llamaré –dijo él con la voz ronca. 

-Soy Mary, Harry… -le recordó la chica intentando aguantar la sonrisa. Él la ignoro. 

-Como sea, ahora vete, ya nos veremos o algo.

Mary se vistió y se fue, cabizbaja. El mejor amigo de Harry la miró, sentía tristeza por ella. Llamó a la puerta y se tiró encima de su amigo.

-¡Vamos, levántate! -dijo alegremente quitándose las sábanas. 

-Louis deja de joder, estoy de vacaciones –le gritó de malhumor. 

-Ya, por eso, dentro de dos meses y medio te vas de gira y a no ser que me dejes venir contigo no te veré, así que, ¡vamos! –Harry sonrió.

-Tú ganas, voy a darme una ducha, ¿me preparas el desayuno? –Louis sonrió y le empujó hacia el baño de la gran mansión que Harry había comprado en Bluff Park.

Después de media hora, ambos salieron a la calle. Harry llevaba su gorro y un par de anteojos negros para que no le reconocieran, aunque no había podido esconder sus flamantes rulos, ademas de que ya todos sabían que iba a pasar sus vacaciones en Long Beach. 

Los dos amigos andaban, hablaban y miraban a las chicas que pasaban por su lado. De momento nadie había reconocido al joven cantante. Llegaron a la playa y tendieron sus toallas en el primer espacio que encontraron.

-¿Y te sigues viendo con aquellos amigos que me dijiste? –le preguntó Harry. 

-La verdad es que no, desde que mis padres vendieron la casa y se fueron a Denver no había vuelto por aquí. 

-¿Y no les dijiste que venías? –preguntó el cantante mientras se quitaba la camisa. 

-No, ¿por qué tanto interés Harry? –dijo Louis. 

-Por saber, como dijiste que cuando vivías aquí eras de los chicos más populares pensé que si les llamabas… y bueno, ya sabes, ¡conocerán a miles de chicas! –Louis rió.

-Siempre pensando en sexo… ¡estás acabado! Deberías pensar en buscar algo más estable –dijo él.

-Louis, soy Harry Styles, no quiero algo estable, me va bien así, de flor en flor –dijo sonriendo seductoramente. 

-Si, y también no hace falta que te presenten a chicas, quítate las gafas y vas a tener todas las que quieras -le dijo su amigo.

Hubo unos minutos de silencio después del comentario del amigo, pero Harry lo rompió. 

-¿Les llamarás o no? –dijo, pero Louis parecía no estar escuchándolo.

Harry miró a la misma dirección que su amigo. Solo vio un grupo de chicos y alguna que otra chica. Volvió la vista a su amigo, y le grito.

-Me asustaste, ¿qué pasa? –protesto este.

-¿Los conoces? –preguntó el cantante recostando la cabeza a la arena. 

-Creo que es Niall, pero no estoy muy seguro, voy a verlo, ¿vienes? –dijo levantándose. 

-No, paso.

-Como quieras, ahora vengo –Louis se puso las gafas de sol y se fue.

Harry se levantó y se acerco a la orilla. No se había quitado las gafas, aunque quizá ya lo habían reconocido, pero nadie le había dicho nada. Miro hacia el horizonte. Muchas veces le habían preguntado si echaba de menos su vida, poder ir por la calle y que nadie le pidiera nada, ser un chico normal. Nunca la contestaba, y no sabía por qué. ¿Había algo que verdaderamente echara de menos? Louis era una de esas cosas, los últimos meses habían estado muy distantes… pero no era esa la cuestión porqué esa pregunta continuara sin repuesta. Quizá echaba de menos muchas cosas, pero podía tener todo lo que quería. Chicas, dinero, drogas, sexo… y cantaba, que era lo que más le gustaba. 

Se hacía el duro, el rebelde,pero en realidad tenía un gran corazón, aunque no supiera como abrirlo. Pocas personas conocían esa faceta del joven cantante. Pero cuando cantaba, era él mismo, no era el Harry que aparentaba ser. Era otra persona, cariñoso, sensible, dulce, que cualquier chica querría tener a su lado. ¿Si era algo comercial? No, era él, Harry Edward Styles, pero se negaba a salir del escenario y continuar siendo esa persona. ¿Por qué? Ni él mismo podía responderse a eso.

Speed of Light(Harry y Tú)Where stories live. Discover now