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Cuando Bonhwa cerró suavemente la puerta del cuarto de Jimin, aun ligeramente empalagado con el olor del omega, Yoongi lo estaba esperando junto a las escaleras.

                             
-¿Le pasa algo malo?- preguntó, genuinamente preocupado. Bonhwa se puso nervioso de repente. ¿Qué le podía decir? No le iba a contar la verdad, eso sí que no.

                             
-Se… siente mal. Del estómago… Ya sabes…- improvisó.

                             
-Ah…- Yoongi puso cara de empatía, pero aun así era obvio que el cuento había resbalado sin ganarse su total credulidad.-…entonces cenaremos algo suave hoy.

                             
-Está bien. ¿Necesitas ayuda con algo, hyung?- Bonhwa se ofreció, no porque quisiera, sino porque sabía que su extraño comportamiento iba a distraer la atención de Yoongi. Y, en efecto, se ganó un ceño fruncido de su parte.

                             
-Es raro oír eso proveniente de ti.

                             
-Es que pensé que podríamos intentar pasar algo de tiempo juntos… cualquiera diría que huyo de ti y eso…

                             
-Es lo que haces…

                             
-No lo hago a propósito, es solo… solo soy tímido.

                             
Yoongi cruzó los brazos sobre su pecho y le dedicó a Bonhwa una mirada cargada de reproche.

                             
-No pareces ser tímido cuando estás con Jungkook…

                             
-Jungkook hyung es diferente.

                             
-Sí, sé perfectamente que tienes una relación rara con Jungkook. Pero aun así, yo no te voy a hacer nada, no deberías huir de mí.

                             
-Está bien. Lo siento.- Bonhwa inclinó la cabeza, mirando fijamente sus pies.

                             
-Ya… pero no tienes que ponerte así.- Yoongi se acercó y le dio unas suaves palmadas en el hombro.- Voy a aceptar tu ayuda. ¿Quieres venir conmigo al súper? Sé que Jungkook es quien suele ir de compras y llevarlos a ustedes pero hoy lo haré yo, así puedo preparar la cena temprano. ¿Vale? Además, tenemos bocas nuevas que alimentar.

                             
Bonhwa asintió y se dejó llevar por Yoongi. No le gustaba dejar a Jimin solo, pero sabía que Namjoon y Jungkook regresarían pronto, así que lo mejor era mantener a Yoongi lejos de Jimin hasta que este se pudiera calmar.

                             
Mientras esperaba a que Yoongi cogiera lo necesario para irse de compras se quedó pensando en todo el asunto de Jimin. Siempre pensó que descubrir a tu mate, a tu destinado, tu alma gemela, era algo para alegrarse. Eso era lo que él había aprendido. Para él, existe alguien allí afuera, que es increíblemente compatible contigo. La explicación era más compleja, toda una bazofia científica de hormonas y compatibilidad humoral que a él nunca se le pegó. Pero la esencia sí la entendía: estás destinado a amar a alguien. Pueden ir y venir cuantos quieran, que esa persona será la última que tengas, porque será la única que necesitarás.

                             
Para un omega como él, eso tenía mucho significado. Ya fuese un alfa o un beta, esa persona que sería tu mate debía marcarte, enlazarse contigo, declararte como suyo. Y él, como omega, también debía marcarle, por las mismas razones. Pero el cuerpo de los omegas cambia drásticamente después de un enlace, cuando la esencia de su mate entra a su cuerpo, es como si terminara su desarrollo, su cuerpo ya está listo. O sea, hasta que no se enlazan con alguien no pueden reproducirse, no pueden tener hijos. Necesitan un mate para terminar de desarrollar adecuadamente su sistema reproductivo. Esto, socialmente, se resumía a que cada omega se guarda a sí mismo para su mate, se supone que solo te sentirás entero hasta que esa persona forme parte de tu vida. Pero, por alguna razón, Jimin no estaba feliz. Y el olor desesperado que había en su habitación lo denotaba.

¡No se admiten mascotas! ✓ YM  [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora