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En el instante en que Jungkook abrió la puerta de la casa, Namjoon pudo sentir la explosión aromática que se revolvía allí. Era el olor de Jimin, de eso no le cabía dudas, olía como si un bosque de arándanos hubiera crecido dentro de la casa y, además, un tono de canela se deslizaba entre todo ese olor. Jungkook no pareció notarlo, pero la nariz de Namjoon era demasiado sensible para cosas así. Ni siquiera escuchó lo que Jungkook empezó a decirle, lo dejó con la palabra en la boca y fue corriendo rumbo al cuarto donde estaba Jimin.

Abrió la puerta de un tirón. El olor allí era incluso más fuerte, casi nauseabundo, intenso y descontrolado. Jimin estaba sobre la cama, echo un ovillo tembloroso, con sus emociones echas un desastre. Namjoon se le acercó corriendo, aquello no podía ser nada bueno. Retiró el pelo de Jimin con gestos bruscos, examinando su cuello. El omega se revolvió, incómodo y se quejó. Pero Namjoon no lo soltó hasta que no se aseguró de que su cuello permanecía intacto. No había marcas de ningún tipo. Jimin seguía sin ser marcado.

-Oye...- le dijo finalmente, después de calmar su inicial desasosiego. No obtuvo respuesta. -...Jimin.

- ¿Qué?

- ¿Qué te pasa? - Namjoon le quitó los brazos de la cara y trató de buscar su mirada. Pero Jimin no quería verlo a los ojos. Parecía estar en medio de un berrinche. Pero Jimin no era un omega egoísta, capaz de hacer berrinches por cualquier estupidez. Para que Jimin reaccionara así, se tenía que tratar de un asunto grave. No lo había criado para dejar salir su olor, así como así, con total descuido.

-No me pasa nada.

-Jimin...- era obvio que el omega mentía. Y a Namjoon no le gustaba para nada eso. -...Se nota a diez leguas que te pasa algo. ¿Por qué estás tan alterado?

-Te dije que no me pasa nada.

-Te lo voy a preguntar una última vez. - el tono de Namjoon se endureció. - ¿Qué te pasó para que estés oliendo así?

A Jungkook le resultó extraño que Namjoon simplemente saliera corriendo, pero no le dio mucha importancia. Dejó el bolso que traía en el suelo y se estiró. Al parecer no había más nadie en casa. Desde donde estaba, vio que había una nota sobre la nevera. Fue hasta la cocina para leerla. Era de Yoongi, diciéndole que se había llevado a Bonhwa al súper.

-Eso es raro...- pensó en voz alta, pero, tampoco le dio mucha importancia. Abrió la puerta, dispuesto a comer algo, notando, muy a su pesar, que el pastel ya se había acabado. Sacó el plato vacío y lo puso en el fregadero. Ya se había puesto a buscar algo más cuando escuchó que la puerta principal se abría y varias voces se adentraban en la casa. En un par de segundos Bonhwa y Yoongi llegaron a la cocina, cargando varias bolsas con la compra.

- ¿Y eso que fueron ustedes de compras? - preguntó a modo de saludo.

-Bonhwa se ofreció a ayudarme, y pensé que sería bueno comprar comida cuanto antes. Ya somos más. - le contestó Yoongi mientras empezaba a guardar algunas cosas en la nevera. Byeongkwan también entró a la cocina.

-Hola, hyung.-. Saludó a Jungkook y se recostó junto a él en la meseta. Jungkook notó que Bonhwa tenía el ceño fruncido y movía su nariz con frecuencia. Jungkook trató de respirar profundo pero lo único que pudo percibir fue el olor de las cosas que habían comprado los demás.

- ¿Dónde están los nuevos? - preguntó Byeongkwan, con fingido desinterés.

-Ah, les diré que bajen, así los conocen. - respondió Jungkook. Salió de la cocina y se dirigió escaleras arriba, rumbo a la habitación que ahora compartían los híbridos.

- ¿No me vas a decir? - Jungkook escuchó la voz algo alterada de Namjoon.

- ¡No! ¡Ya no me molestes más con eso! ¡Te he dicho que no me pasa nada! - Jimin le contestó, también alterado. Jungkook aprovechó el incómodo silencio que se creó entre ambos para tocar y abrir la puerta después de hacerlo

¡No se admiten mascotas! ✓ YM  [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora