capitulo 5 (final)

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Seungmin se despertó.

Estirando el brazo, tanteó con la palma de su mano el colchón esperándose, encontrar con el cuerpo de Minho.

Al intentar hacerlo, sintió que una mano grande y fuerte capturó la suya.

La mano de el, diminuta.

La de él, poderosa.

Seungmin jadeó cuando Minho llevó su mano directo a sus labios, besando cada una de las puntas de sus dedos.

—Mmh... sabes tan bien.— ronroneó él.

Seungmin sonrió, y fue bajando sus manos lentamente por su cuerpo.

Retiró las sabanas que lo cubrían a un lado y tanteó con sus dedos su torso desnudo, enviando escalofríos a Minho por toda su espalda, al sentir las pequeñas pero calientes manos de Seungmin recorrerle todo el cuerpo.

Y el mismo se sintió empalmarse. Joder, Seungmin era caliente...

Incapaz de poder soportarlo más, agarró a Seungmin por la muñeca y lo detuvo. Si seguía así, perdería el control y no sabía hasta que punto extremo podía llegar.

—No vuelvas a hacer eso.

—¿Hacer qué?

—Tocarme.

—Me gusta tocarte.

Minho se quedó helado. Podía sentir la respiración de Seungmin mezclándose con la suya, y sus corazones, latiendo al unísono.

—¿Por qué te gusta tocarme?

—No lo sé, me gusta sentirte bajo mis manos. Poder verte mediante el tacto...

Sus palabras lo asustaron.

Su corazón martillo.

Debía irse, la ventisca ya había pasado, el cielo estaba despejado y tenía que continuar con su trabajo.

Pero por otro lado, podía quedarse con ese chico que apenas conocía y hacerle el amor hasta el cansancio.

Y nuevamente, se encontraba débil ante su encanto.

—Quiero que me toques, Seungmin, hasta que tus calientes manos quemen mi piel.

Y se envolvieron otra vez entre las sabanas.

Uniéndose en uno solo, compartiendo sentimientos, esperanzas, corazones.

Hicieron el amor por segunda vez.

Y cuando Minho pensaba que ya todo había acabado, comprendió que eso... todo lo que ha vivido junto a el en tan solo un día, era apenas el comienzo.

—Ahora, pequeño diablillo, tú y yo tenemos que hablar.

—¿Sobre qué?— preguntó el, con un aire inocente, mientras se acurrucaba más hacia él.

—Sobre por qué no me dijiste antes de que eras virgen.

Minho sintió a Seungmin tensarse bajo sus brazos. La aferró mas a él, asegurándose de que no se escapara, por si acaso.

—Yo... eh... creí habértelo mencionado antes.

—No lo hiciste.— su voz era suave, pacifica, y por alguna razón, no estaba enfadado con el, si no mas bien, estaba alegre al saber que había sido el primero en poseer su hermoso cuerpo, y si es posible también, su corazón. —dime, Seungmin, ¿Por qué yo?

—Porque....— se mordió el labio, nervioso. —siempre me he sentido rechazado por los demás, ya sabes, por mi discapacidad de ver.— levantó la cabeza, dirigiéndose a la dirección en que oía su voz. —y luego llegaste tú.

Minho se sorprendió.

—¿Y-yo?— tartamudeó, con los ojos fijos en el.

—Si, tú fuiste quien hizo que confiara en mí otra vez.— suspiró. —se me hace difícil explicar, pero cuando llegaste me hiciste sentir de una manera diferente, me hiciste sentir....— cortó la frase, inseguro de que si debía continuar.

—¿Cómo te sentiste?— dijo con interés, incitándola a seguir hablar.

—Me hiciste sentir amado.— Seungmin esperó a que Minho se riera de sus absurdas palabras.

En vez de eso, sintió como Minho lo tomo de la barbilla y la beso intensamente.

Entreabrió los labios, dándole un mejor acceso a su lengua para recorrer su boca.

Cómo amaba la manera en que lo besaba, le hacia sentir una paz interior que hacia mucho que no sentía.

Él lo hacia sentir deseado, amado.

Ningún hombre había querido acercarse a el por ser ciego, su primer beso fue a los dieciocho años y siempre había sentido una inseguridad enorme consigo mismo.

Pero con él era diferente.

Minho se separó a escasos centímetros de el.

—Gracias por compartir tu cuerpo conmigo, cariño, conservaré el regalo de tu virginidad por siempre.— dijo, acariciando su labio inferior con el pulgar.

—Desearía poder verte para saber que es lo que piensas en este momento.

—No puedes leer mis pensamientos.

—Dicen que los ojos son las ventanas del alma.

Minho cogió su mano y la apretó contra su corazón.

—No hace falta verme para saber lo que siento por ti. Tócame, Seungmin, tócame y siente mi corazón latiendo por ti.

F I N

•••

Espero que les haya gustado<2

✧*。tocame ›¡𔘓! knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora